Este thriller francés presenta la clásica historia de venganza que se puede encontrar en cualquier policial clase B pero con dos grandes actores, en papeles enfrentados, que logran elevar el nivel de una propuesta que de lo contrario no despertaría mucho interés.
El mafioso retirado Charly Matteï es acribillado por ocho hombres en un estacionamiento. Increíblemente, logra sobrevivir a los 22 disparos recibidos y decide vengarse de los ocho hombres, además del jefe mafioso que encargó su muerte, anunciándoles que los eliminará uno a uno.
Como decía Michael Corleone, "Justo cuando pensé que estaba fuera, ellos me meten de nuevo".
De aquí en más, comienza la venganza y seguimos a Matteï mientras va asesinando violentamente a cada uno de estos hombres. No faltan tiros, peleas y persecuciones.
Para mantener tensión y suspenso durante el resto de la cinta, se plantea el interrogante acerca de la identidad de uno de los asesinos encapuchados. Además, aparece una mujer policía, con sus propios intereses, que quiere evitar que estos mafiosos se eliminen entre ellos y toma importancia cuando la familia de Matteï es involucrada en el conflicto.
Jean Reno interpreta al mafioso Charly Matteï, un asesino que me recordó a su personaje del film "Léon: The Professional" de Luc Besson.
Aquí J.Reno, al igual que con Léon, crea un personaje humano que, a pesar de ser un asesino, gana la simpatía del espectador.
Kad Merad compone al jefe mafioso Tony Zacchia en una excelente actuación dramática, alejada de los trabajos de comedia ("Le petit Nicolas", "Mes stars et moi", "Bienvenue chez les Ch'tis") a los que nos tiene acostumbrados.
Acción, Crimen y Suspenso a la francesa.