Evan (Keanu Reeves) es un padre de familia bonachón, feliz con sus hijos y su matrimonio. Ellos se van de vacaciones por el fin de semana mientras Dave se queda en casa para terminar un proyecto. Esa misma noche, dos jovencitas empapadas por la lluvia tocan el timbre para pedirle ayuda a encontrar una fiesta que están buscando en el barrio. Poco a poco las chicas empiezan a seducirlo y las cosas se salen de control. Luego de una noche salvaje de sexo, las jóvenes deciden hacerle la vida imposible a Dave hasta llegar a niveles extremos.
Hay tres cosas que me hicieron ir al cine a ver esta pelicula (sinceramente lo único que tiene el film) y posteriormente voy a explicar porque las tres me decepcionaron: mi fanatismo por Keanu Reeves (las Matrix, Máxima Velocidad), el nombre Eli Roth (que en algún momento significó algo en el mundo del cine), y las dos hermosas chicas que hacen las veces de antagonistas.
Empezaré con las chicas, la chilena Lorena Izzo y la cubana Ana de Armas, que, en una película en donde los personaje son chatos y simples, ellas destacan. Tal vez por su juventud y su belleza, o tal vez por que todo el resto de los elementos que componen esta película están muy mal. Las dos jóvenes tienen un historial muy corto en cine y es su primera producción en Hollywood. Con suerte sus futuros productores van a saber ver el potencial en ellas e ignoren el desastre que es la película.
Eli Roth parece un director principiante en esta película a pesar de estar haciendo cine desde hace casi 15 años. Toda la película transcurre en la casa del personaje de Keanu Reeves, y más allá de que es un lugar grande y espacioso, el director repite y juega seguro al momento de la elección de los planos. El guión es superficial, básico y predecible, y en ningún momento vemos una evolución o cambio en los personajes. La moraleja que nos instenta dejar es tan perezosa y de un punto de vista casi infantil que cuando llegaron los créditos no podía creer que así iba a terminar la película. No es una buena señal para los escritores Nicolás López (Chile) y Guillermo Amoedo (Uruguay), que también acompañaron a Eli Roth en la fallida “Aftershock” de 2012, pero cambiando los roles: López en la dirección y Roth en la actuación.
Para finalizar, hablaré un poco sobre el señor Keanu Reeves, que creo, sin duda alguna, que esta es la peor actuación de su carrera, al menos en mi punto de vista. En la primera mitad de la película intenta actuar como padre, y en la segunda mitad como víctima. Y digo intenta porque en ningun momento logra convencer al espectador. Creería que esto es por la pésima dirección o por que es un espectro de actuación que él no logra alcanzar, o por actor mediocre o por, de vuelta, perezoso. Mientras transcurría la película no podía dejar de ver un nuevo Nicolas Cage: por las grandes películas que supo hacer y por la basura clase B que hace hoy en día. En 2015 estrena 4 películas y 3 en 2016. Cantidad no es calidad Keanu, pero te entendemos, hay que pagar las cuentas.
Reitero, lo único que me dejó esta película son las dos hermosas actrices que en un momento aparecen en paños menores y esos son sólo los primero 30 minutos de la película. Para eso, señor espectador, ahorrese la entrada y espere que llegue a Netflix.
Veredicto: 3/10 – Una peli que tranquilamente podrías no ver.