Señor casado se queda solo una noche, le caen dos chicas por casualidad, le hacen realidad una fantasía y, qué raro, se vuelven dos psicópatas peligrosísimas. Basada en un clásico menor de los setenta, esta película de Eli Roth juega constantemente a la ironía y al humor negrísimo para pintar un panorama moral. Hay momentos quizá demasiado truculentos (los más cinéfilos, claro) pero los tres protagonistas, especialmente Keanu Reeves, están perfectos.