Suena el teléfono. Adrián no contesta porque está intentando convencer a la secretaria de su tío -para quien él también trabaja- de que tenga relaciones sexuales con él. Francisco, un amigo de la infancia, le deja un mensaje en el contestador en el que le explica que está con su novia y que ambos necesitan un lugar donde pasar la noche. Ante la negativa de la secretaria, Adrián llama a una prostituta. Sobre contestar el mensaje, bien, gracias. Al día siguiente, deberá asistir al funeral de Francisco, a quien no lo mató la policía sino sus propios amigos, según Mariela, pareja del fallecido.
Hace 15 años que Adrián abandonó el pueblo donde creció para mudarse a la capital y estudiar diseño gráfico. El talento de este joven para el dibujo sólo se emparenta con su devoción por las mujeres. Cada fémina que pasa por su vida se transforma en la musa de sus días, por lo menos hasta que aparezca la próxima. Sin embargo, será él quien intentará develar el misterio sobre el asesinato.
El Mejor de Nosotros es una adaptación libre de la novela Lanús de Sergio Olguín, está dirigida por Jorge Rocca y fue realizada íntegramente en Monteros, provincia de Tucumán, de manera independiente. Un acierto del film es la fotografía en riguroso blanco y negro de Sebastián Pereyra Jofré, que le otorga una impronta misteriosa a la trama desde la estética, así como las buenas actuaciones de un elenco proveniente en su mayoría del norte del país.
También hay que destacar la lograda relación que se establece entre el protagonista y Rafael, un amigo de la adolescencia que reaparece en el pueblo convertido en travesti y que lo ayudará a atar los cabos sueltos del crimen en relación a un quinielero mafioso y empleador del resto de los integrantes del grupo.
No obstante, la película falla en su intención de mantener la intriga y se estanca en una meseta narrativa a mitad de su duración. En vez de desarrollar el interesante abanico de personajes que presenta inicialmente y generar un suspenso in crescendo a raíz de los vínculos personales en torno a la víctima, la obra se pierde en diálogos improductivos y clichés más emparentados a una tira de televisión abierta que a un thriller. Llegada la hora de la conclusión, el previsible desenlace y los baches argumentales hacen de El Mejor de Nosotros una propuesta que sugiere mucho más de lo que concreta.