Todo por un amigo
El antecedente cinematográfico de Jorge Rocca es el melodrama en blanco y negro Patrón (1995). También en blanco y negro se desarrolla esta suerte de drama de conurbano pero trasladado al interior (rodada en Tucumán) para dar rienda suelta a una adaptación libre de la novela Lanús, del escritor Sergio Olguín y bajo un tono de realismo sucio y desprolijo que por momentos da la sensación de un amateurismo alarmante.
El mejor de nosotros, así se llama el film, cuenta con un elenco tan dispar en sus actuaciones y tan poco ducho a la hora de decir los textos de un guión que deja bastante que desear, que es muy poco lo que puede rescatarse.
La historia tiene un costado interesante a partir de la muerte dudosa de un amigo del protagonista y su barra de toda la vida, reunida como pretexto del funeral y donde la sospecha de un asesinato en manos de la policía, tras un robo frustrado, apunta directamente al corazón de una mafia de poca monta liderada por un histórico del barrio, quien levanta quiniela y está involucrado en negocios turbios para los cuales consigue mano de obra desocupada mucho más rápido que lo que tarda el protagonista en infiltrarse en el negocio para descubrir la verdad sobre la muerte de su amigo.
La presencia de una ex novia del finado, un amigo travesti y una prostituta procuran darle algo de color a este claro oscuro sin sustancia, muy mal dirigido a pesar de contar con el hallazgo actoral de uno de Los Nocheros como Alvaro Teruel y la sorpresa de Claudinna Rukone en el rol de Vanesa la travesti.