La política tiene patas cortas
Quizás él no se dé por enterado, pero seguro que en ese último plano que lo toma, el protagonista de El ministro se dé cuenta. Bertrand Saint-Jean es un animal político.
Bertrand es el ministro de Transporte francés, un tipo sin pasado político, sin background, como le echa en cara una de sus asesoras, y tal vez por eso cuando se entera de un terrible accidente vial en una ruta, con niños como víctimas fatales, no le huye al compromiso; la misma noche se hace presente en el lugar del hecho. Y a partir de allí no abandonará el centro de la escena. Que pasa a ser, sí, una cuestión política, pero para Bertrand, de tintes más morales y personales. Se está ante la disyuntiva de privatizar las terminales de transporte. Y él está en contra.
Producida por los hermanos Dardenne, la mano de los realizadores de Rosetta y El hijo , se nota en las características del personaje. Pero el director francés Pierre Schöller le imprime un ritmo propio. Si el “acoso” de la cámara sobre los personajes es algo así como la firma de los realizadores belgas, Schöller le aplica otra mirada. Construye un thriller político revelando tejes y manejes, enjuagues, agachadas, favores y traiciones en un mundo sucio en el que, cuando se atisba un poquito de pulcritud, siempre llega algo para enroñarlo. “En crisis de comunicación, olvídense de la realidad. Sólo cuenta la percepción”, se escucha.
“Cuatro mil contactos y ningún amigo”, dice entre un suspiro y quejoso, mientras mira su celular el ministro, que ni sabe que su hija está en Egipto. El hombre que tiene un compañero (el gran Michel Blanc, tan versátil para el drama como para la comedia) del que se sorprende su rectitud humana y política. “El primer hombre que conozco que calza los mismos zapatos desde hace veinte años”, se ufana.
Filme de fuertes contrastes y, como se ve, grandes diálogos, la interpretación de Olivier Gourmet está también entre lo más alto de la realización. Porque encarna, en definitiva, a un político, y desde la platea no sabemos nunca si lo que dice es lo que piensa, si lo que piensa lo actúa, si va a cambiar o si la palabra integridad está grabada a fuego en su vocabulario.