Petriz utiliza el registro del documental para narrar una historia, una biografía, la de Vito Dumas y sus proezas que han sido reconocidas a nivel mundial en la historia del a navegación.
Esta narración se nutre de archivos, registros periodísticos, testimonios, documentos, bibliografía y fotos, entre tantos otros elementos, que Petriz ordena prolijamente para que en forma de cuento, vayamos conociendo la biografía de este personaje del que no se tiene demasiada información dentro de nuestra cultura popular.
Sus travesías realizadas entre 1931 y 1955 entre las que se incluyen la primera vuelta al mundo en la que ha incluso atravesado el Cabo de Hornos son el eje con el que Petriz no solamente quiere documentar un hecho histórico, sino que a través del relato, se permite contagiar la pasión con la que Dumas realizó esta épica y poder, al mismo tiempo, estructurar su trabajo de forma tal de mostrar tanto a quienes lo admiran, como quienes lo consideran una figura innombrable.
De esta forma “El navegante solitario” se construye desde su figura, pero no olvida ni el contexto político en el que se desarrolla la historia ni todas las aristas que despierta esta epopeya, echando mano a todos los elementos que le permite el formato, incluyendo dibujos y fragmentos ficcionales.