Julio Cabrera (Javier Lombardo) es una vieja gloria de la televisión que está por vivir un día muy particular. Cuando juega con la posibilidad de volver, con una campaña publicitaria, tiene que ocuparse de las cenizas de su hermano, guardadas en una vieja lata de galletitas.
Es inevitable recordar a Lombardo llevando la torta de cumpleaños con forma de pelota en Historias Mínimas cuando se lo ve ahora deambulando con lata, sin saber bien qué hacer con ella: acaso un guiño dentro del juego actor-que hace de actor. El peor día es una comedia amarga, sostenida por sus buenos actores, que le ponen naturalidad y presencia a una puesta, y un ritmo, algo perezosos.