Una buena intención
Con la clara intención de concientizar acerca de la problemática de personas con retraso mental, y en especial las circunstancias por las que deben atravesar sus familias, el guionista y director Rodolfo Carnevale construye una película por momentos publicitaria, incluso en su estética y puesta artística, y hasta inverosímil dentro de la historia misma.
Pero afortunadamente cuenta con un elenco encabezado por el siempre eficaz Eduardo Blanco y la talentosa Patricia Palmer, quienes interactúan con una sobresaliente Ana Fontán, que compone a su hija autista con descarnado realismo.
Franco y Estela viven con comodidad, gozan de un bienestar económico que tiene como contraste el sufrimiento por su hija Pilar, autista con retraso mental. Alejo es el hijo menor de la pareja, quien más sufre por el estado de su hermana ya que por eso no puede tener una vida social normal, llevar compañeros de la escuela a su casa ni escapar de las burlas de muchos de ellos.
Ante el empeoramiento en la salud de Pilar se impone la toma de una decisión: internarla o no. El conflicto invade a la pareja y la consecuente elección deriva en situaciones que atentan contra el verosímil del propio relato.
Poco rescatable en lo cinematográfico, "El Pozo" se destaca por sus actuaciones y el abordaje de una temática difícil que sin dudas debe tener su espacio dentro del mercado.