De entrada, vale la pena aclarar que a este cronista y al director del film, a pesar de portar idéntico apellido, no los une ningún lazo familiar y ni siquiera se conocen. El asunto se inspira en hechos y personajes reales. Franco y Estela, él ejecutivo, ella ama de casa, lucen en apariencia como un matrimonio sin problemas. Fieles a su rutina, pretender ignorar que Pilar, su hija de 26 años, es autista. Esta persistente negación irá estropeando los lazos afectivos de la pareja en una crisis que habrá que enfrentar. Alejo, el menor de la familia, se convertirá en objeto de burla por parte de sus compañeros de colegio, a causa de la conducta de su hermana. Los consejos de una psicóloga convencerán a Estela de la necesidad de una internación. En el Centro de Rehabilitación, Pilar conocerá a Román, un joven con parálisis cerebral y empezará otra historia. La hora del amor por caminos nada frecuentes. Conmueve sin golpes bajos.