No hay director dentro del cine independiente argentino con un nombre de la talla de Raúl Perrone. El Perro, como se lo llama con afecto dentro de sus sets de filmación, se ha creado una entidad propia con el paso de los años y con cada nuevo fascinante proyecto ha cimentado las bases y condiciones de su cine de bajo presupuesto. Filmadas en la ciudad que lo vio nacer, Ituzaingó, películas como Labios de churrasco, P3ND3JO5 y Favula, entre otras, se caracterizan por una inventiva superlativa realizada con los más mínimos recursos disponibles que se destacan por su originalidad e irrepetibilidad. Perrone siempre ha sido muy hermético en cuanto a su estilo de cine y receloso de intrusiones durante sus grabaciones, con lo cual el trabajo de Martín Farina (Fulboy, El Hombre de Paso Piedra, Mujer Nómade) en su nuevo documental El profes10n4l es doblemente meritorio, tanto por su valor intrínseco como el testimonio que recoge de una de las grandes incógnitas de la cinematografía local.
Retratada por momentos durante los rodajes de CUMP4RSIT4 (2016) y CINICOS (2017), El profes10n4l toma el estilo mosca en la pared para recopilar todos los vicios de Perrone dentro del set, donde ejerce un control casi absoluto sobre su producción y lo que quiere plasmar en celuloide. Con métodos que ahora se podrían considerar arcaicos (conmueve la utilización de la pantalla croma) y mucho temperamento, el Perro conduce sus ideas a buen puerto, y quizás lo más destacado es saber el porqué de su recelo hacia un documental de sus making of. Perrone no esconde su mal carácter -y tampoco Farina hace la cámara a un lado- cuando las cosas no salen de acuerdo a su visión cinematográfica, y más de una vez desliza comentarios mordaces e irónicos. Nadie parece sentirse amedrentado al respecto, lo cual es destacable porque los parates entre escenas son frecuentes debido a los comentarios constantes del Perro sobre directivas a su elenco sobre cómo interactuar entre sí, un sobresaliente momento cuando le anuncian que la intermitencia de unos tubos de luz afectarán la calidad de las escenas, y otras rabietas que harán la delicia del espectador.
Pero nunca hay que dejar de destacar que Farina no filma con saña para desenmascarar a un ídolo del cine independiente, sino que El profes10n4l es correr el telón misterioso y presentar el costado más humano de un gran interrogante, totalmente prolífico, que es uno de los mejores exponentes de cine autóctono, quien no parece cejar en su empeño de seguir filmando frente a toda adversidad.