Entre La leyenda de la viuda y esta bazofia de la India queda completo esta semana el combo de la mediocridad en materia de cine de terror. En este caso encontramos otra trillada historia de posesiones que cuesta bastante asociar con el género. La tediosa dirección de Vikram Jayakamur consigue que los 87 minutos de duración se sientan como una eternidad. Un film pretencioso a más no poder que pretende desarrollar un cuento mediocre sobre supersticiones rurales con personajes tontos y situaciones ilógicas. Durante la primera hora de duración no sucede nada interesante y para el momento en que el director se digna a elaborar una especie de clímax, todo lo que ofrece es un catálogo de situaciones estúpidas que ya vimos en otras películas malas. Entre ellas una mujer que práctica un exorcismo de la nada porque diez minutos antes fue testigo de un ritual. La narración carece de tensión y tampoco consigue crear algún clima notable que por lo menos haga llevadero el film. La única diferencia con La leyenda de la viuda es que esta tiene al menos una fotografía más cuidada, después no hay nada para resaltar ya que ofrece otro espectáculo chapucero para el olvido.
Esta será una reseña muy breve. ¿Por qué? Por el simple hecho de que no hay mucho para analizar ni discutir sobre el film en cuestión. Es lisa y llanamente malo. Un cliché tras otro y una situación ya mil veces vista tras otra. La ópera prima del director Vikram Jayakumar deja expuesto que el género de terror es tan inagotable y tan consumido que cualquiera puede hacer cualquier cosa. Aquí todo aspecto técnico es malo. Los climas jamás se generan. Y la música te saca por completo todo el tiempo. Pero eso no es lo peor, ya que me animo a decir que esta película posee algunas de las peores actuaciones que vi en mi vida. La pareja protagónica da vergüenza. Pero no tanto como para convertirse en consumo irónico. No hay mucho más para agregar sobre este (intento) de film.
Mientras se encuentra en un viaje romántico en una zona rural de la India, una pareja de Los Ángeles es testigo accidental del exorcismo inquietante de una niña de once años. La ceremonia culmina cuando los aldeanos encierran a la niña en una casilla especialmente diseñada que se encuentra en medio de un vasto campo de maíz. Temiendo por su vida, la pareja rescata a la niña sin saber adivinar las consecuencias que esto traerá. Clásica historia de choque entre culturas pero dentro del cine de género, algo que ha dado buenos resultados en otras ocasiones, pero no aquí. La película tarda en desatar el terror, tal vez demasiado, y nunca llega a generar verdadero temor. Las posibilidades que le ofrecía meterse en la cultura india no son aprovechadas en lo más mínimo. Es difícil que una película como esta se fije en la memoria de los espectadores por mucho tiempo.