Luciano Zito reposa la mirada en Jorge Fortunsky, un artista autodidacta que pudo revertir, en parte, un pasado plagado de mitos sobre su persona, y, principalmente, sobre un raid delictivo que lo tuvo tras las rejas durante varios años.
Documental que trabaja con varios materiales (animación, recreación, registro directo puntual) el ir y venir en la definición del rol de Fortunsky en los robos y las decisiones que lo llevaron a éste (poco claras en la propuesta) terminan por desdibujar el interés por un personaje ambiguo y también por la propuesta inicial del film, un alegato por la necesidad de ayudar a los más débiles.