Haciendo un profundo relevamiento del ámbito que rodea al puente San Roque González de Santa Cruz, que une la capital de Formosa, Posadas, con la ciudad de Encarnación, de Paraguay, el cineasta Eduardo Schellemberg logra un film documental con poco difundidas aristas, en el que su afán investigativo se impone.
Partiendo de un proyecto original del gobierno de facto de Videla, en el discurso inaugural del ex presidente Menem, éste aseguraba que esa gran obra significaba un lazo de unidad entre Argentina, Paraguay y Brasil. Pero al poco tiempo se transformó en un puesto de frontera que aúna el narcotráfico, la corrupción y el maltrato gubernamental y policial. En esa situación El Silencio del Puente se aboca a describir tres historias relacionadas con dicha zona de paso, la de la viuda de un gendarme que murió en un confuso episodio bajo el puente, la de un ex fiscal paraguayo que enfrentaba allí al contrabando y que fue destituido, y por último la de un abogado defensor de Posadas ligado al anticapitalismo y los Derechos Humanos. Schellemberg, director de otro largo documental, Segundos afuera, propone un cine testimonial y de denuncia. El contenido de su película no interesa en todo momento
y puede que esté un poco extendida, pero vale la pena acercarse a su esforzado trabajo audiovisual, que le llevó varios años de manufactura.