Sin tiempo recobrado
El tiempo compartido (2017), película de Mariano Laguyas, es una obra que se adentra en el mundo del thriller y lo hace de una manera osada mezclando líneas temporales, con los elementos necesarios para crear suspenso. Pero se queda a mitad de camino pues pierde la fuerza necesaria ante una falta de atmósfera que no potencia la puesta de escena ni a los personajes, siguiendo únicamente su confuso argumento.
Magui (Kyrana Gallego) regresa a Mar del Plata con una hija, después de episodios que vivió hace más de 20 años. En ese momento la ciudad balnearia era sede de los XVII Juego Panamericanos y entonces, la película irá del presente al pasado, cuando la protagonista estuvo involucrada en un hecho trágico que la ha marcado personalmente. Entre las idas y vuelta de ambas líneas temporales comenzará una historia de emociones varias.
El tema de la mezcla temporal es interesante desde un primer punto de vista; sin embargo, aquí falta un diseño preciso y lo que sigue es pura confusión. Pero incluso si se busca dicha propuesta (si uno piensa en películas de David Lynch por ejemplo, o cine experimental) le hace falta la marca estética, el punto de anclaje donde el espectador se quede atrapado. Aquí es un salto temporal tratado de forma efectista, siendo así solo pequeños momentos aleatorios que no refuerzan la trama o a los personajes.
También cabe señalar que el argumento carece de interés, dada la manera en cómo se presentan los personajes, las ciudades -elemento vital- y los espacios. Y esto no tiene que ver con validar o menospreciar algún elemento, uno puede hacer hasta una gran película de personajes anodinos como un chofer de autobús que escribe poesía (Paterson, película de Jim Jarmusch). Aquí se necesita mucha más fuerza por tratarse de un thriller, no alcanza con enlazar amores sostenidos por su erotismo.
Desde luego que la protagonista atrapa con lo que nos va contando con su lenguaje extranjero, nos construye la historia y da el orden para la película. No obstante al final, nos queda la sensación de haber presenciado un policial muy soft o naif por más en serio que se realice. Porque El tiempo compartido cuenta con tintes de intriga y emoción, pero no logra sacar provecho de sus virtudes que podrían haber sido utilizadas en su favor y potenciar la propuesta.