El tiempo compartido

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

MAR DEL PLATA ENTRE BELLAS IMÁGENES Y EL SONIDO DE LOS VIOLINES

Con su segundo largometraje, Mariano Laguyas vuelve a homenajear a Mar del Plata, pero siempre desde una mirada crítica de lo que sucede en la ciudad. Notables son las diferencias con su ópera prima Chau, pero en ambas es posible observar la aparición de un registro visual y temático de este lugar costero.

Además del cambio de estilo con respecto a su primer film, en ​El tiempo compartido podemos observar una mejora radical en la estética audiovisual. Los planos son más prolijos y la imágenes toman un peso mayor. Un elemento fundamental del film son las apariencias y su resignificación a partir del conocimiento de más información. Para esto se realiza durante los primeros cinco minutos un recorrido de imágenes que luego aparecerán en el transcurso y tomarán su impronta, pero que en una primera instancia muestran un significado muy distinto. Sin duda el aporte del departamento de arte conformado por Lucas Bombín y Miguel Monforte ha sido de gran importancia para el logro de estos detalles.

El aspecto artístico tiene mucha relevancia porque el film propone como herramienta para contar la historia los flashbacks hacia 1995, cuando Magui vivió en Mar del Plata una etapa que la traumó. En la actualidad, con 45 años, ella vuelve a la ciudad y sus recuerdos aparecen con más lucidez. Aquí hay un gran trabajo de adaptación a la época, desde el vestuario, los peinados y los objetos que utilizaban. En esas idas y vueltas en el tiempo también es posible observar cómo aparecen los cambios en la protagonista. Nos encontramos con la visión de una joven y luego la de una adulta. Su pensamiento es distinto por la propia madurez, pero también el cambio en los conocimientos que se adquirieron en esos años hace que un hecho específico varíe rotundamente de significado (sin spoilers). El film nos acerca a un periodo no tan lejano en el tiempo, pero que establece relaciones muy distintas a las que vivimos hoy.

El tiempo compartido sabe trabajar los giros en la narración y sale del lugar común. Quizás su falencia sea su tono excesivamente melodramático. Desde las actuaciones y la música se le da demasiada impronta a un estado de tragedia que invade todo el film.

Por último, cabe resaltar que dentro del film hay varios recorridos por diferentes partes de Mar del Plata, vistas desde un drone. Se muestran imágenes muy imponentes y bellas de esta ciudad turística. Sin embargo, Laguyas no se queda en la foto de postal, ya que ingresa a los negocios turbios que se han dado en este lugar, aunque de forma indirecta. ​El tiempo compartido es un título que al menos puede tener dos significados: uno es el del recuerdo y el otro es tipo de negocio que se llevó a cabo durante un tiempo y por el cual mucha gente fue engañada.