ACCION Y TIEMPOS VIEJOS
Vuelve Schwarzenegger dándole vida a un comisario maltrecho pero que ha dejado la gran ciudad para ir a pasar sus últimos días en un pueblito manso de Arizona (y de eso sabe mucho este ex gobernador y ex marido que en la California real recibió caricias y piñas), que está en la frontera. Se escapa un super narco. Todos lo buscan. Y frente al despliegue tecnológico del FBI, el comisario y sus ayudantes pueblerinos se encargarán de poner orden con viejos remedios. Película llevadera, ágil, que se disfruta, tiene los trazos de un western simpático y combina acción, un poco de humor, persecuciones y las muestras de coraje y camaradería que auspicia el peligro. Arnold no es el de antes, pero a falta de fortaleza física apuesta a los principios de los viejos sheriff: es solitario, justo, corajudo, caprichoso y querido por sus vecinos. Limpia su ciudad de impresentables, vive con sencillez y no se deja coimear. En el cine al menos siguen pasando estas cosas.