Schwarzenegger volvió con la frente marchita
Para su verdadero regreso al cine después de su performance como gobernador de California, uno podria haber pensado que Arnold Schwarzenegger pondría toda la carne al asador, justamente como hizo Sylvester Stallone con «Los indestructibles» (donde reapareció Arnold apenas un poquito en la primera y bastante más en la segunda parte, aunque luciéndose menos que Chuck Norris).
Sin embargo, lo que le falta a «El último desfío» es ese guiño de «Los indestructibles» o algún tema mas contundente que el de esta sólida comedia de acción que, pese a todo, le queda chica a la leyenda de «Terminator». La historia es la de un super narco (Eduardo Noriega) que luego de escaparse del FBI recorre varios estados en un auto más veloz que cualquier helicóptero (es un prototipo recién robado) mientras secuaces construyen un puente para que pueda escapar a México en un punto de la frontera donde nadie lo espera. Su único obstáculo en el lugar para huir de la justicia estadounidense es un sheriff de pueblo (Schwarzenegger, por supuesto) su personal novato, un preso que fue combatiente en Irak y un loco por las armas que guarda una ametralladora pesada de 1939.
El asunto da para una serie de escenas divertidas y tiroteos a granel, y lo que no se puede negar es que la película esta repleta de buenos actores (se destaca el talentoso Forest Whitaker como el hombre del FBI al que se le escapó el narco, y Luis Guzman como el típico Sargento García de pueblo, y hasta hay un papelito para Harry Dean Stanton); además, la película esta muy bien filmada por el coreano Jee-Won Kim.
Pero el resultado no pasa del de aquellas películas ochentistas tipo «Triple Traición» o «Comando», placeres culposos que no fueron los que precisamente volvieron famoso a Schwarzenegger, pero que tenían el estilo berreta de genuina matiné del que este nuevo film carece. Incluso se podría decir que algunas de aquellas comedias de acción de la época, como «Inferno rojo» de Walter Hill, están muy por encima de esta nueva con la reaparición de Schwarzenegger, quien tal vez se haya tomado este regreso como un mero precalentamento para un producto más ambicioso y digno de su talle extra large.