Arnold está viejo, lo sabe y no le importa.
Dentro de las reglas básicas que utiliza el cine de acción, El Último Desafío (The Last Stand, 2013) es rara. No es típica, pero tiene absolutamente todos los lugares comunes del género, pero al mezclar la testosterona ochentosa con el western, logra separarse de sus "competidoras" para hacer un producto nuevo, y casi hecho a la medida de Arnold Schwarzenegger, que interpreta al clásico sheriff viejo y debil que se convierte en la última esperanza para vencer al maloso de turno.
Arnold interpreta a Ray Owens, el comisario del pequeño pueblito fronterizo Summerton, en donde lo más loco que pasó fue tener que encarcelar a un borrachín. Él es viejo, está cansado y carga una mochila muy pesada, ya que cuando trabajaba en la policía de Los Angeles fue la cabeza de una misión fallida que le costó la vida a muchos de sus compañeros. Aquí no pasa nunca nada, y él ve este retiro casi como una vacación con sueldo. Pero la calma va a durar poco, ya que algunos lugareños, encabezados por el gangster Burrell (Peter Stormare) están preparando algo grande.
Mientras tanto, más al norte, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo (Eduardo Noriega) logra escapar de la policía mientras estaba siendo trasladado. Con la ayuda de un Muscle Car bien yanqui (y al que nunca, jamás, le cargará combustible), este criminal planea viajar a toda velocidad desde Las Vegas hasta México, en donde volverá encontrar la libertad. Pero entre él y la frontera hay un muro, y no exactamente el que se construyó en la gestión Bush. Un muro menos literal: Ray Owens.
De todas formas, el Sheriff no estará solo, ya que contará la ayuda de su equipo policial, que poco hizo en su vida más que poner multas por mal estacionamiento. Con su inexperiencia y con el arsenal de un loco coleccionista de armas (Johnny Knoxville) intentarán plantar una fuerte resistencia para detener al narco y entregarselo en bandeja al FBI, que como es típico en esta clase de películas, está formado por completos inútiles, con el agente Bannister (Forrest Withaker) a la cabeza.
El elenco de la película es sólido, y si bien hay que ir listo para aceptar algunas licencias (el auto de 1000 caballos de fuerza que jamás se queda sin combustible, peleas de 10 contra 1, en donde 1 logra matar a los 10 con 4 balas, etc.), El Último Desafío no se queda corta en diversión y acción. Eso si, la verdadera cara de esta película se ve en su última media hora, lo cual convierte al resto en una especie de (lento) prólogo que lleva a lo que de verdad nos importa: Arnold siendo Arnold.
@JuanCampos85