Una FIESTA! Esa sería la manera más acertada para condensar en una palabra este estupendo film que tiene todo y no le sobra nada.
Aunque solo comparte el género y uno de sus actores, vale la pena aclarar que los que van a disfrutar esta película al máximo serán los mismos que lo hicieron con las dos entregas de Los Indestructibles, el resto de los espectadores pueden recurrir a una cuestión de gustos (que está perfecto y es lo que se debe) o a una postura intelectualoide que ni vale la pena analizar aquí.
Pasado esto hay que remarcar que nos encontramos con la gran vuelta de uno de los mayores exponentes del cine de acción de la historia: Arnold Schwarzenegger.
Porque si bien tuvo participaciones en otras cintas (como la ya nombrada The Expendables) este es su primer protagonico desde que dejo el cargo de Gobernador del Estado de California.
Aquí lo encontramos con la simple historia que se puede leer en la sinopsis pero tan bien filmada que deja de ser simple para convertirse en una seguidilla de secuencias de acción y humor que luego de un comienzo tranquilo no da tiempo para que se pueda respirar.
El director Coreano Jee-woon Kim acierta con gran tino todas las decisiones que tomó en su primer trabajo para Hollywood y logra sacarle el jugo a todos los elementos utilizados tanto como el elenco, los efectos y la forma en la cual se plasma el guión.
Así es como nos encontramos con situaciones irreverentes dignas del cine de acción de los 80s y las secuencias más logradas que comenzaron en los 90s.
Homenajes (incluso uno muy bueno hacia Conan) y humor aplicado sin tapujos al volar cabezas y acribillar gente hacen que el reparto se luzca.
Al viejo Arnold lo acompañan Forest Whitaker, quien está muy bien en el papel del indeleble agente el FBI al que se le va la situación de las manos, al igual que el español Eduardo Noriega en el rol del estereotipado “druglord” mexicano. Este último sortea con creces los puntos débiles del personaje.
Mención aparte merecen Johnny Knoxville y Luis Guzman cuyos personajes y las situaciones que generan son épicas.
Por todo ello, pero más aún por lo que no se puede expresar en palabras: si les gusta este tipo de películas vayan al cine a participar de una verdadera fiesta.