El verdadero amor es el primer largometraje en solitario de la cineasta francesa Claire Burger, tras dirigir una serie de cortometrajes y una película realizada en conjunto a Marie Amachoukeli-Barsacq y Samuel Theis en el año 2014 bajo el nombre de Mil noches, una boda (Party girl). Burger también es la encargada del guión de este filme, que cuenta con la actuación del actor y director de cine belga Bouli Lanners.
En El verdadero amor Burger inicia la historia con un supuesto alejamiento temporal de Armelle (Cécile Rémy-Boutang) de su marido Mario (Lanners), el protagonista de esta película, que deberá acostumbraste a lidiar no solo con los conflictos de sus hijas adolescentes Niki (Sarah Henochsberg) y Frida (Justine Lacroix), sino con una soledad que lo corroe desde un principio. Para mantener una cierta proximidad con su mujer, Mario asiste a unas clases de teatro experimental brindadas en el lugar de trabajo de ella, pero que a la larga le servirán y nutrirán en algún sentido en su experiencia personal. Acostumbrarse a la separación de quien considera el amor de su vida le resultará a Mario una tarea dura, y su temple y carácter no resistirán fácilmente tal situación, sumado a que las circunstancias de índole amorosa y personal que atraviesan sus dos hijas le darán más de un dolor de cabeza, quebrantando aún más su ya de por si débil espíritu, de quien tras lo sucedido se considera un mal marido, y sentiría como un doble fracaso el hecho de además ser un mal padre.
Pese a ser el primer trabajo en solitario de Claire Burger, la realizadora francesa se mueve con claridad y precisión a lo largo de lo poco más de hora y media que dura El verdadero amor. Quizás no haya muchas cosas nuevas por contar, puesto que este filme trata sobre tópicos habituales como las relaciones amorosas, el valor de la familia, el desgaste inevitable que a veces produce el paso del tiempo, el vínculo entre un padre y sus hijos/as y las diversas formas que tiene uno de salir de una crisis emocional. No obstante, Burger logra aportar un toque de frescura a la historia, recurriendo por un lado a elementos que se dan más en la actualidad, apoyada en un buen desempeño de cada uno de sus protagonistas (no solo de Lanners, sino también las dos pequeñas), más la fuerza de un guión perfectamente delineado, y un trabajo acertado en líneas generales. Sumamente recomendable.