Con estructura teatral, y ambientada en 2010, aunque parece una película de época, "Women Talking" está inspirada en la novela de Miriam Toews basada en un caso real acerca de una colonia menonita de Bolivia ultra conservadora y religiosa. Llevada al cine con guion y dirección de Sarah Polley en la película se cuenta lo que deben sufrir, niñas y adultas al ser violadas y golpeadas reiterada y brutalmente por los hombres de la colonia. Para hacerlo usaban tranquilizante para vacas, con lo cual, al día siguiente no recordaban nada, sólo quedaban las marcas, signos del violento abuso. Ahora ellas deben tomar una decisión, y tienen tres caminos: perdonar y aguantar, quedarse y luchar o abandonar el lugar junto a sus hijos. Para votar se reúne un grupo en el granero. Sin hombres por dos días, ya que fueron arrestados, no hay tiempo para llegar a una conclusión. Lo que sigue es una clase magistral de actuación de un maravilloso elenco donde se destacan Ona (Rooney Mara), embarazada producto de una violación, Salomé (Claire Foy) y Frances Mc Dormand (en un rol breve pero extraordinario), Mariche (Jessie Buckley), Greta (Sheila McCarthy) y Agata (Judith Ivey) y un gran, Ben Whishaw como el dulce y sensible August, maestro de la comunidad y enamorado de Ona, único personaje masculino que es requerido para tomar nota, ya que al estar prohibida la educación para niñas (no así para los niños) son analfabetas. En las charlas hay llanto, furia contenida, trauma, miedo, complicidad y empatía. Con una fotografía de gran belleza, el guion hace foco en el hermoso lugar donde viven, y a la vez refleja en la negrura del vestuario lo que habita en el interior de cada alma. El film es sensible, crudo, reflejándonos aún hoy. No olvidemos que todavía sufrimos opresión por más que se reconozca que estamos en camino a un cambio. Cada personaje está bien construido, bien delineado, cada una con una personalidad marcada. Nominada al Oscar como Mejor Película y Mejor Guion Adaptado, "Women Talking" nos atraviesa con su dureza, nos interpela a pensar en nuestra sociedad, todavía patriarcal y en el rol de las mujeres, dispuestas a romper cadenas