Una de las nominadas a Mejor Película en los Oscars y una de las últimas en llegar al cine de nuestro país es «Ellas Hablan» («Women Talking»), película de Sarah Polley basada en la novela homónima de Miriam Toews escrita en 2018.
La misma se inspira en hechos reales para contarnos la historia de un grupo de mujeres que integran una colonia religiosa y que tratan de reconciliarse con la fe tras haber sufrido una serie de agresiones sexuales. Es así como se juntarán las representantes de cada familia para tomar una decisión: quedarse y luchar o huir hacia otro destino.
Si bien «Ellas Hablan» tiene muy buenas intenciones porque logra abordar temas importantes y necesarios como el abuso sexual, la religión, y el rol de los hombres y las mujeres de la sociedad, casi toda la película resulta ser una simple interacción entre un grupo de mujeres. Literalmente es lo que se nos cuenta en el título: mujeres hablando. No solo la puesta en escena se vuelve bastante teatral y monótona, sino que los diálogos por momentos son repetitivos, aunque plantean varios conceptos interesantes. Puede ser que este ritmo pausado y sin variaciones haga que la historia también se torne un poco aburrida.
Por otro lado, se intercalan algunas imágenes que sugieren lo que les ocurrió a estas mujeres para brindarnos un contexto mayor, algo que tal vez las palabras no terminan diciendo por el dolor que eso conlleva. Está bueno que no le den todo servido al espectador y uno se pueda imaginar más allá de lo que nos cuentan.
En cuanto a los aspectos técnicos, su fotografía es lo que más destaca porque resulta ser bastante particular. Va un poco de la mano de las sensaciones de estas mujeres, con colores opacos y sin brillo alguno. Es como un tono sepia constante.
Las actuaciones de su elenco son muy buenas. Rooney Mara, Claire Foy y Jessie Buckley logran plasmar sus pensamientos sobre quedarse y luchar o decidir huir de aquella realidad con buenos y lógicos argumentos, como también los sentimientos que le provoca aquella situación. También Frances McDormand forma parte del film pero está bastante desaprovechada. Aparece solamente durante dos escenas sin hacer nada demasiado trascendental. Podría haber sido lo mismo si participaba o no, a pesar de oficiar también como productora. Ben Whishaw sirve como la contraparte masculina, que tiene poca voz y voto pero que muestra que los hombres también pueden ser de otra manera.
En síntesis, «Ellas Hablan» es una película interesante, que nos permite reflexionar a base de conceptos bastante actuales e importantes, pero que podría haber sido mucho más dinámica para llegar de una mejor manera al público. Se destacan las interpretaciones de su elenco y lo que plantean pero puede ser un film un poco difícil de ver por su costado teatral y monótono.