Familias ensambladas
Existen pocos documentales argentinos que exploren desde diferentes puntos de vista la temática de la adopción. Contado con los dedos de una mano, el ejemplo más cercano es Alumbrando en la oscuridad (2012), de Mónica Gazpio y Fermín Rivera, pero la singularidad de Ellos te eligen (2015) segundo documental sobre adopción del director Mario E. Levit toma como punto de referencia un cambio de paradigma en relación a la contraposición de la idea de deseo de los adoptantes frente al derecho de los niños adoptados, quienes para la burocracia judicial no son más que un número en un expediente.
El director de Los chicos invisibles (2011) –concentrado en la etapa de tránsito de niños adoptados en la segunda infancia- estructura el relato a partir de la experiencia de autogestión de diferentes asociaciones integradas en su gran mayoría por padres que vivieron la experiencia y sortearon todo tipo de obstáculos, además de enfrentar el desconocimiento y la falta de información, así como de herramientas útiles para encarar el proceso de la adopción.
Las entrevistas a “las Lauris” Laura Salvador y Laura Rubio, exponentes de este modelo de autogestión, con sus respectivas organizaciones, que recorren provincias acumulando seguidores y experiencias disímiles en los distintos rincones del país, abre un abanico de información para aquellos parejas que todavía no han dado el paso. Despeja una serie de prejuicios y dudas acerca de la problemática de la adopción en Argentina, pero también desnuda las contradicciones de un sistema legal en el que interactúan distintos efectores y que muchas veces perjudica a los principales protagonistas, que no son otros que los niños.
Precisamente la ausencia de testimonios de esos niños, las voces que no se escuchan en los fríos pasillos de tribunales, seguramente se deba a una cuestión de tipo legal, dado que se ven representados durante todo el largometraje por los testimonios y las historias de cada uno de los referentes.
Otro aporte de Ellos te eligen es el de brindar una muestra representativa de las diferentes realidades entre lo que, por ejemplo, ocurre en Mendoza o en Rosario, distinto a lo que puede acontecer en Junín, Chacabuco o Córdoba. Las demandas son las mismas, las inquietudes también, pero los recursos y la información, escasa en algunas oportunidades, obliga a que personas no profesionales tracen las coordenadas de un camino largo, sinuoso e incierto, donde las palabras “amor”, “responsabilidad”, “familias” y “vínculos” marcan el rumbo.