Un mundo de emociones.
Si faltaba algo era una película que toque la problemática de un emoji (ciclotímico?). Nuestro protagonista llamado Gene -hijo de dos emojis Meh- que en su “naturaleza” siempre debería estar casi triste/deprimido/aburrido casi nada… sufre un complicado trastorno que le impide mostrarse como debería y es capaz de hacer múltiples expresiones.
Ellos viven en Textopolis una ciudad donde están todos y esperan por ser elegidos para mostrar su “mejor” cara. Todo esto ocurre dentro de un celular de un jovencito llamado Alex.
El problema ocurre cuando llega el turno de Gene y es elegido, ubicándose en una especie de ciber cápsulas para ser escaneados y enviar en ese instante el estado, y el resultado fue este: