Adrenalina en el Call Center con Nicolás Francella
La película de Ricardo Hornos y Carlos Gil es un thriller a contrarreloj con ritmo y eficacia que alterna con inteligencia deseos y temores con contexto social.
¿Quien no ha deseado alguna vez matar al pibe de atención al cliente? ¿Quien no ha padecido las interminables esperas y soportado un trato falsamente amable para nunca resolverte el problema? Bajo esta premisa desgraciadamente popular se arma el guion de Adrián Garelik y Ricardo Hornos de En la Mira (2022), coproducción entre Argentina, Uruguay y HBO Max.
El calor insoportable genera cortes de luz en el centro porteño y esto produce un gran malestar social, un escenario nada propicio para que Axel (Nicolás Francella), un empleado de atención al cliente de la empresa eléctrica desempeñe su jornada laboral escuchando reclamos de los usuarios enfadados. Su carisma y actitud pendenciera lo hacen salir airoso de las conversaciones hasta que, recibe la llamada de un hombre que lo amenaza con volarle la cabeza si no le soluciona su problema con la empresa.
En la mira utiliza con inteligencia la fantasía del género para poner en pantalla los deseos y temores de una situación archiconocida. Nos identificamos con ambos personajes, con sus argumentos y debilidades. Esto hace que entremos de lleno en la historia de marcada tensión narrativa: un plazo de tiempo para solucionar un problema a un cliente con un sistema que está diseñado para no solucionar nada. Esto agregado a la tensión laboral permanente de los Call Center donde reina la injusticia y la impotencia por doquier.
Pero la película también hace una parábola moral de su protagonista, un personaje en la cima de sus posibilidades que juega con fuego y debe pagar las consecuencias. El ascenso y calvario del personaje tiene subrayados innecesarios y recae sobre el melodrama al final, siendo los puntos más flojos de la producción. Podemos pensar así a la voz del otro lado del teléfono como la voz de la conciencia o del todopoderoso que juzga desde un más allá.
Sin embargo, algunos elementos del panoptico en el micro universo del Call Center están muy bien trabajados. Los ojos que todo lo ven y la voz que todo lo sabe, suman tensión al relato. Nicolás Francella está muy bien en su papel de fanfarrón que debe descender a los infiernos y enfrentar sus pecados y el Puma Goity brilla solo con su voz creando ese personaje amable y tenebroso a la vez, capaz de reaccionar de la peor manera en cualquier momento.
Sobre todas las percepciones que se puedan hacer, En la mira es ante todo una película entretenida, que sortea el problema de los films a contrarreloj con un manejo inteligente de sus elementos constitutivos para no perder tensión en ningún momento.