El cine japonés a través de los años ha entregado innumerables obras de sabida excelencia, un país que, ya renovado, se ha caracterizado por abordar cinematográficamente temas relacionados a las costumbres, el honor, el legado cultural de la región y por sobre todos éstos, el respeto hacia sus ancestros y la emotividad.
En Final de Partida, con un vuelco de velocidad narrativa más cercana al cine de occidente, se advierte una conjunción de regiones, de nuevas y viejas costumbres, la visble pérdida de valores.
Daigo, es un celista, que por fin encuentra su lugar al ser elegido para ejecutar su instrumento en una compania, por problema ajenos, la banda se disuelve y ante la vergüenza ajena de haber perdido su trabajo, el no dar la cara ante su esposa, comienza una búsqueda laboral que confusamente lo lleva a aceptar una propuesta vinculada a las “partidas”. Daigo vincula el aviso a una guia de turismo, pero, el aviso mal redactado se refiere a una “partida” aun mas lejana. El aviso en cuestión es para el puesto de un “preparador de cuerpos” para una funeraria “distinta”.
El dueño del emprendimiento, el Sr.Sasaki, comenzó esta actividad luego de la muerte de su mujer, fielmente “prepara” los cuerpos para la partida final, entregando a sus seres queridos un acto o ritual, donde pueden dejarse de lado las diferencias, con respeto, honor y sabiduría, los cuerpos son presentados como en el momento vivido más bello, de lado quedan las diferencias, enojos y colera.
Dificil es decirle a su mujer, que uno ha encontrado su profesión y esté relacionada a un tema de morbo para algunos, de indiferencia social y mal visto hasta el punto de querer lucrar con un fallecido. Final de Partida, demuestra que el trabajo de ser funebrero puede ser honorable, ¿por que no?.
El film posee una duración extensa, nada menos que 130 minutos, por demás agiles, pero, analizando luego de ser vista, hay escenas que son repetitivas y podrian haber tenido un diferente corte debido a lo que añaden. Un clisé final, innecesario no perturba en lo más minimo la agradable visión de éste tan emotivo y agradable film.
Final de Partida ha sido acreedor del premio Oscar al mejor film extranjero en el año 2008, bien merecido, para un film que como anteriormente confirmamos, por su entrelazado y ritmo comparable a contemporáneos films japoneses como Shall We Dance? –de cierta manera con similitudes en la trama tambien- o temática de la serie Six Feet Under.
No dudo en próximos años ver una remake norteamericana de Final de Partida, una materia en la que Hollywood reincide frente a las escasas ideas reinantes.