¿Dónde está Marita Verón?
El documental, tras la trata de personas.
Los difíciles años que atravesó Susana Trimarco, desde que el 3 de abril de 2002 su hija Marita Verón fue secuestrada en la calle y desapareció, fueron de una angustia y una lucha permanentes. Esa batalla, en sus distintas etapas y circunstancias, es la que retrata Fragmentos de una búsqueda , el documental de Pablo Milstein y Norberto Ludin, que fue premiado en varios festivales.
El filme empieza con un premio que le otorgan en los Estados Unidos a Trimarco por su labor, que terminó por conseguir sacar a muchas mujeres de prostíbulos en los que estaban siendo explotadas y denunciar una situación tremenda que tiene lugar en la Argentina, haciendo centro –en su caso- en las provincias de Tucumán y La Rioja.
El filme sigue, paralelamente, el derrotero de Susana en la búsqueda de su hija, de 23 años al momento de desaparecer, y a la vez retrata la vida familiar de la mujer, en especial la relación con la hija de Marita, Micaela, que ha quedado al cuidado de sus abuelos.
De la desaparición de Marita se sabe que está relacionada con la mafia de los prostíbulos, que varias personas la vieron en distintas ocasiones, que estuvo yendo y viniendo entre distintas zonas y que las autoridades policiales y los funcionarios políticos de ambas provincias, más que ayudarla a Susana en su búsqueda le ponían todo tipo de trabas e impedimentos, dejando en claro que esta “trata de personas” se sostiene también gracias a autoridades que miran para otro lado.
Documental de denuncia, es cierto, pero más de retrato y observación, siguiendo a la par las vivencias de Susana y su familia (tal como su título lo indica), Fragmentos de una búsqueda es la desesperante constatación de que poco y nada ha cambiado en ese universo hasta el día de hoy. Y que hará falta la lucha de muchas personas como Susana para que esa perversa trama mediante la cual el poder sigue rondando el secuestro y la desaparición de personas se termine en la Argentina.