Vivianne Amsalem nació en 2004, un personaje creado por la actriz y directora Ronit Elkabetz junto a su hermano Shlomi Elkabetz, para la película Tomar una Mujer (To Take a Wife). Ambos llevaron adelante la historia de una mujer israelí que desea divorciarse mientras que todo su entorno trata de convencerla de lo contrario. Gritos, maldiciones, platos rotos, hijos y suegra, conviven todos bajo el mismo techo. Este film es la primera parte de una trilogía que comienza con el principio de un largo fin, un doloroso camino que representa la desdicha de una mujer frente a una sociedad machista y religiosa.
En el 2008, los Elkabetz presentan 7 Días (Shiva). En este largometraje, el hermano de Vivianne ha fallecido y todos los integrantes la familia deberán convivir durante una semana encerrados en la casa del difunto, prácticamente sin contacto con el exterior que es atacado y bombardeado por el enemigo. La tensión está adentro y afuera, no hay un lugar seguro y tranquilo. La casa donde todos comen, rezan, lloran y duermen es una olla a presión que no tardará en estallar. Los trapitos de a poco se ventilan y los engaños amorosos y económicos surgen desde las profundidades de años de silencio. En esta película, Vivianne se encuentra separada de su esposo Simon que intenta por todos los medios reconstruir su matrimonio.
El año pasado se presentó el cierre de la trilogía con Gett: El Divorcio de Vivianne Amsalem (Gett). En esta tercera parte, Vivianne intenta durante largos meses separarse frente a un tribunal teocrático. Ella, junto a la representación de su abogado, respeta y cumple con todos los obstáculos que los jueces le imponen. Pero nadie valora su deseo, su clara convicción de separarse definitivamente del hombre al que está anclada, que no ama y detesta después de tanto tiempo.
Luchar aunque cueste toda una vida.
En las tres películas, la representación de las situaciones son claustrofóbicas generando opresión y un aire viciado. En la primera y segunda parte, todo se centra dentro del hogar del matrimonio o del fallecido, mientras que en la última la historia sucede en la oficina del tribunal, suprimiendo el exterior, la libertad.
La mirada del cine israelí pone en foco lo que le sucede a una parte de la sociedad que intenta abrirse camino con nuevas aspiraciones. Así, como La Maestra de Jardín de Infantes (A Kindergarten Teacher) trata de mostrar lo desamparados que se encuentran los poetas, esta trilogía proyecta el esfuerzo de una mujer con deseo propio.