SAVIA Y CELULOIDE
Preservar nuestro patrimonio alcanza distintos significados en este documental de Leandro Listorti que conecta al naturalismo y la botánica con el cine, sin que esto resulte forzado por el apellido en cuestión. Lo que a priori puede no ser del todo atractivo termina resultando en una curiosa propuesta visual que remite a catálogos botánicos antiguos o enciclopedias que se han perdido en las bibliotecas del tiempo. Sumado a los registros del enorme archivo fílmico del Museo del Cine que son apenas imágenes inconexas, el film adquiere un tono melancólico que se focaliza tanto en la pérdida como en el sacrificado trabajo por preservar la memoria y las especies.
El apellido que conecta ambos universos es Hicken y se extiende primero a la preservación y estudio del reino vegetal (Cristóbal María Hicken) para, en otra generación, dedicarse a la minuciosa preservación del patrimonio fílmico (Pablo C. Ducros Hicken). El film propone un paralelismo entre las dos tareas con acierto, sumergiéndonos en un mundo donde la conservación de especies y material fílmico es frágil y el riesgo de perder un elemento implica una tragedia. Esto es lo que hace que Herbaria alcance cierto tono elegíaco por la pérdida tanto de especies como de material fílmico, a pesar del esfuerzo titánico de investigadores y aficionados.
La propuesta de Listorti establece un puente entre disciplinas distantes desde la curiosidad por descubrir ese mundo con material de archivo, testimonios y un aproximamiento experimental desde el sonido. El montaje da a este museo de imágenes movimiento, desarrollando un gran trabajo investigativo que parecen fragmentos cinematográficos de la legendaria Enciclopedia Británica.