SOLO PARA EXQUISITOS
Veo las cosas como son
vamos de fuego en fuego hipnotizándonos
Y a cada paso sientes otro deja vú
Oh no.
“Deja vú”, Gustavo Cerati
En el comienzo de Hija única, de Santiago Palavecino, una serie de imágenes oníricas y melodramáticas son acompañadas por una pieza de música clásica, que marcan el tono que la película nunca abandonará. Un clima ominoso de verdades ocultas y de personajes que giran alrededor de una historia trágica de la época de la dictadura, que tarda años en resolverse y que acaso nunca termine de descifrar.
La historia de Juan (Juan Barberini) un nieto recuperado que se entera de la verdadera historia de su vida -cuando ya tiene una vida-, un nombre y hasta una posición como director de cine es contada en tres momentos de tiempo distintos. Pero si la historia de Juan es compleja, hay que agregar las historias de las mujeres que están con él. En dos de los espacios temporales, la mujer es Ailín Salas, que interpreta a Delfina y a Julia. Y la otra mujer en cuestión es Esmeralda Mitre. Hay mujeres iguales, hay una hija que parece tener una madre biológica y otra de una dimensión diferente. Hay información sobre la carga genética que es lo que se recibe de los padres y que no. Si bien la película transcurre en momentos históricos diferentes y a pesar de ser uno de los temas principales de la película, no hay en Hija única ninguna de esas trampas demagógicas en las que se suele caer cierto cine nacional. Palavecino se maneja en el terreno del cine clásico melodramático y aporta con la puesta en escena y su cámara inquieta elementos del relato fantástico. Hay además un exquisito acercamiento a la intimidad de los personajes, con intérpretes que se lucen.
La película es de una belleza visual impactante y tienen grandes momentos, ojo, presten atención al primer encuentro entre Juan y Julia, el viaje en jeep que culmina en una situación amorosa donde la cámara acompaña llevándonos con ellos.
Por supuesto que no corresponde que divulguemos si los misterios de la película se resuelven, pero digamos que para esta clase de historias siempre es bueno recordar aquello que Shakespeare le hace decir a Hamlet: “Hay más cosas entre el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía.” Una frase que nos saca de la torpeza de intentar explicar todo con los torpes parámetros de la política o la psicología de los cafetines.
HIJA ÚNICA
Hija única, Argentina/2016).
Dirección: Santiago Palavecino. Guión: Santiago Palavecino, Fernando Manero, David Hacobs, Agustina Costa Varsi. Fotografía: Fernando Lockett. Edición: Andrés P. Estrada. Intérpretes: Juan Barberini, Esmeralda Mitre, Ailín Salas, Carmela Rodríguez, Luciano Linares, Stella Galazzi.