El film narra la historia de Juana (Jazmín Esquivel), una adolescente que vive con su padre (Bruno Vásquez) en una chacra instalada en el monte misionero. La vida de ambos trascurre de forma rutinaria entre la producción de carbón y la soledad que impone vivir aislado de la ciudad. Además de la tristeza que se puede ver en sus rostros luego de la perdida de la madre de Juana, en una muerte confusa que los perturba y les torna la vida más difícil.