Un joven tiene una relación secreta con un cura, relación que termina y lo lleva a buscar nuevas relaciones en un entorno donde la homosexualidad está proscripta.
Campusano deja de lado cualquier intención moralizante, cualquier corrección política, y eso es lo que, en su estilo directo y cada vez más preciso, logra que entendamos primero a los personajes y, luego, el paisaje moral que los contiene o los destruye. De lo mejor de un cineasta casi secreto.