RECONSTRUCCIÓN Y RENACIMIENTO
El atentado a la AMIA es de esas huellas imborrables que posee nuestro país, la cual es una herida que nunca parece cicatrizar, como (lamentablemente) tantas que tiene la Argentina. Es quizás un evento que olvidamos por momentos pero que cuando vuelve a nuestra memoria causa un dolor inmenso.
Es por ello que la búsqueda de tratar de sobrellevarlo conlleva un trabajo arduo, sobretodo para quienes fueron sobrevivientes de la explosión. Y es a esto a lo que apunta Ikigai, la sonrisa de Gardel, documental donde se exhibe cómo una mujer que trabajaba en la AMIA intenta a través del arte recomponer su vida y transformar la destrucción en algo nuevo, en algo que sirva y embellezca, como su trabajo en la sonrisa de Gardel.
La estructura de esta producción es simple y sencilla, no buscando ser pretenciosa ni mucho menos, tan sólo ser un bello documento de esta búsqueda artística, presentando el origen de la idea y los sentimientos que pretenden mostrarse en ella. Y es allí, en lo que se busca exhibir, donde está el fuerte del documental. En una historia oscura pero en la cual se pretende salir mediante la reconstrucción sobre los cimientos, hacer de esos azulejos rotos y desechos algo maravilloso y bello para lograr transformar una vieja casa de Buenos Aires en un homenaje a Carlos Gardel.
Narrada en forma pausada pero precisa, Ikigai, la sonrisa de Gardel va transportando al espectador a una genuina emoción y melancolía, llevando a que el relato sea tan querible como sus protagonistas y provocando la necesidad de conocer aún más de este trabajo, que pretende, después de lo sucedido, encontrar una forma de reconstrucción y renacimiento.