El 28 de septiembre de 2004 ocurrió la masacre escolar de Carmen de Patagones, en el cual un alumno de 15 años disparó con la pistola de su padre, que trabajaba en Prefectura, a sus compañeros de clase, provocando la muerte de tres de ellos e hiriendo a otros cinco.
Años después de ese acontecimiento, Pablo y Rodrigo, dos de los sobrevivientes, se ponen al frente de «Implosión», film de Javier Van de Couter, en el cual viajan en busca de su agresor. A pesar del paso del tiempo, siguen lidiando con el pasado que todavía se encuentra presente y los marca día a día.
Si bien «Implosión» es una ficción y se nota el trabajo de guion que hay detrás de cada escena, la misma se beneficia de este aire documental, al estar basada en hechos reales e incluir como protagonistas a los sobrevivientes de aquel hecho. Esto no solo resulta original y arriesgado sino que además nos permite entrar a un universo más intimista y conectar con los personajes desde otro lugar. No son actores, sino personas reales que se están interpretando a sí mismos y que hacen el mismo viaje introspectivo que sus papeles. Ellos también tienen que lidiar con ese pasado latente que vuelve en forma de recuerdos, de conversaciones o de relación con su lugar de origen. Por otro lado, debemos destacar que ambos protagonistas son muy naturales y creíbles.
La película no se centra en la matanza en sí, sino que la usa como excusa o punto de partida para contar la transformación de estos jóvenes, el manejo de una tragedia, la postura frente a la vida, como también observar su relación de amistad. Una historia que por momentos muestra a dos hombres que parecen haber seguido adelante, mientras al segundo este hecho vuelve a surgir porque es un suceso transversal a su vida.
Los aspectos técnicos acompañan bien a la trama, con una cámara que por momentos los sigue muy de cerca, algo que le da dinamismo y movimiento a la historia y que apoya a esta idea de seguir adelante. Lo mismo ocurre con los paisajes, por momentos bastante solitarios, resaltando la figura de los protagonistas y otorgándole un dejo reflexivo, y por otros llenos de gente.
En síntesis, «Implosión» es una película distinta, una ficción que se beneficia de ese aire documental, gracias a que se centra en un hecho real y pone al frente de la historia a los verdaderos sobrevivientes. Un film sobre el seguir adelante, el paso del tiempo, el pasado que se vuelve presente y el convivir constantemente con una tragedia. Con aspectos técnicos acertados y buenas interpretaciones, tenemos un acercamiento al mundo íntimo y sensible de sus protagonistas.