Del director de la irregular y bizarra saga Dracula 2000 llega una película que hace honor al prontuario de quien tiene en su filmografía, además, mamotretos como Sangriento San Valentín o la impresentable White Noise 2. Es decir, estamos ante otra película irregular y bizarra.
Infierno sobre ruedas da inicio con una espectacular persecución (realmente disfrutable en 3D) a cargo de nuestro héroe de los raros peinados nuevos, a puro vértigo y haciéndose cargo de la herencia de caballeros al volante como Mad Max o, más acá en el tiempo, de esos siempre envalentonados macho men que sabe componer el pelado Jason Statham. Pero hablamos de Cage, por lo que la iconografía del actor siempre listo para todo papel se nos hace presente al punto de querer que el freak de turno al que le pone el cuerpo se lleve todo puesto, sea como fuere.
Y así sucede. El hombre busca a una señorita que no sabemos bien dónde la tiene secuestrada una secta satánica, lo cierto es que las balas que dispara nos dan los primeros toques gore de un flm que no le hace asco a la imagen fuerte y la violencia explícita. Desde ese lugar, agradecemos.
Sin embargo, el film tiene un pequeño problema y es que parte de una lógica interna trash, que rompe con la estructura clásica, pero al mismo tiempo adolece de la falta de impulso suficiente como para descartar los lugares comunes obvios del mainstream (final obvio incluído). En ese sentido, la femme fatale Amber Head, con nombre de pornostar incluído, aporta un poco de sensualidad formal y restringida, pero dejando desnudos y guarradas varias (más allá de cobrarse algunas vidas) a otras ladies de la trama, que sí entregan (casi) todo de si.
Patrick Lussier le imprime un vértigo constante al relato, alternando tiros con tetas y más tiros y más tetas, siempre dentro de un planteo ultrabizarro y con detalles que no viene a cuento revelar aquí, ya que la propuesta incluye el dar información con cuentagotas, y allí es donde radica uno de los puntos a favor de la cinta.
Además, y como clímax absoluto del cuentito, una escena nos muestra a Cage teniendo sexo en un motel mientras liquida a tres o cuatro villanos, todo al mismo tiempo. De catálogo.
Párrafo aparte (este) para William Fitchner (el Alex Malone de Prison Break), ya candidato a ser uno de los grandes personajes del cine de este año.