Patrick Lussier vuelve a nuestras carteleras para traernos Infierno al Volante 3D luego de estrenar Sangriento San Valentín 3D en Septiembre del 2009, que para ese entonces fue una de las primeras propuestas fuera de la animación en ser pensadas y llevadas a cabo para explotar al máximo este nuevo formato de las 3 dimensiones.
En Infierno al Volante nos contará la desesperada y sangrienta búsqueda que lleva adelante Milton para encontrar a su nieta, que está en manos de una peligrosa secta de adoradores del Diablo que planea asesinarla frente a la luna llena a modo de sacrificio. Pero este muchachote se escapó del infierno no solo para tener nuevamente a su nieta, sino también para buscar la venganza por la muerte de su hija y frenar el culto satánico que la asesinó.
Al veterano vengador se le suma una sensual camarera llamada Piper, que detrás de sus curvas esconderá un gran coraje para ayudar a concretar el rescate. Lamentablemente para ambos los sigue muy de cerca un agente que se encarga de llevar nuevamente al infierno a quienes escapan de allí.
Hay dos elementos fundamentales que hacen que Infierno al Volante no pueda convertirse en un entretenimiento pasatista y pochoclero, y esos son la patética labor de Nicolas Cage y un guión escrito que pega volantazos tratando de enderezar un auto que lamentablemente va fuera de control.
Habría que explicarle a Lussier que Robert Rodriguez hay uno solo y que para hacer una buena película delirante Clase B hay que tener talento, no alcanza solo con mostrar algunas escenas gore, autos viejos y chicas bailando desnudas. En Machete o Planet Terror los guiones -que tampoco son guiones brillantes- acompañan las locuras de la película y de hecho las exacerban mucho más, en cambio aquí por momentos los diálogos se ponen solemnes tratando de justificar las acciones de los protagonistas, algo que jamás logran conseguir y que termina siendo una contradicción gigante. Las películas de Rodriguez exageran sus defectos e inclusive se rien de los mismos tornando su visionado en una experiencia altamente satisfactoria, mientras que aquí Lussier intenta camuflar como sea las terribles falencias de su film mostrando escenas sangrientas que solo están justificadas para explotar el 3D sin ningún tipo de sustento.
La escena más destacable de toda la película es cuando Cage asesina a varios integrantes de la secta mientras tiene sexo con una camarera. Ahora bien, si esa escena termina siendo una burda copia que carece de toda sensualidad en comparación a otro film de este mismo estilo que llegó en el 2007 bajo el titulo de Matar o Morir, podríamos afirmar que Infierno al Volante no tiene un solo momento que salga de la media. Incluso si también la comparamos con ese film protagonizado por Clive Owen y Monica Bellucci encontraremos la misma locura que Infierno al Volante pero infinitamente mejor contada y desarrollada.
Por otra parte tenemos a un Nicolas Cage paralizado, incapaz de transmitir alguna sensación. Obvio que el quincho que tiene en el bocho no ayuda demasiado a que podamos creerle a su absurdo personaje.
Las labores más destacables las aportan la bellísima Amber Heard y William Fichtner, que de alguna manera son los que aportan algunos momentos simpáticos a la película.
Infierno al Volante 3D se quedó a mitad de camino de presentar una buena propuesta Clase B entretenida por no saber explotar y disimular mejor sus propias falencias.