Todas las emociones juntas!
Riley es una nena de once años que está experimentando muchos cambios en su vida, se ha mudado junto con sus padres a San Francisco, dejando atrás su pueblo y sus amigos, para vivir en una gran ciudad e ingresar a un nuevo colegio, con toda la ansiedad que eso implica.
El cerebro de Riley es como una especie de cuartel general donde trabajan sus emociones: alegría, miedo, ira, asco y tristeza. Todas juntas, guiadas por la positiva alegría y tratando de que tristeza no tire todo abajo. Tantos cambios y altibajos en la vida de la niña terminan desatando un caos en el cuartel, y las emociones deben enfrentarse a situaciones nunca antes vividas. Para mantener la mente sana y a la nena fuera de peligro, deben atravesar toda clase de desafíos a través del cerebro, paseando por recuerdos, ideas, sueños y todas esas cosas que existen en nuestras cabezas, hasta alcanzar nuevamente el equilibrio perdido, algo complicado de lograr en una mente casi adolescente.
Finalmente Pixar ha creado un producto realmente original, cada una de las emociones está representada por un personaje de cada color, expresivos, graciosos y con una gran personalidad.
La mente es algo realmente complejo, y este filme aprovecha todos los recursos de la psicología para mostrar el inconsciente con humor, ingeniosos diálogos y una enorme dosis de surrealismo; por ejemplo con un gran estudio llamado "producciones de ensueño", un simpático amigo imaginario que se queja de que la niña ya no recurre tanto a él, o una gran secuencia donde a través del cubismo y otras expresiones del arte moderno se explica el pensamiento abstracto.
Más allá de las aventuras que vive este emotivo quinteto -que son bastante similares a las de otras películas infantiles en cuanto al dinamismo y la acción- la historia puede ser un poco compleja para los más pequeños y más disfrutable para los mayores, especialmente para los padres.
Durante una hora y media llena de colores y psicodélicos recovecos mentales, paseamos por todos los rincones de la mente, nos reímos del psicoanálisis, y nos amigamos con esas emociones que a veces nos juegan en contra, que tardamos toda una vida en aprender a controlaras, pero que son una enorme parte de nosotros, y esta película las muestra de un modo muy original, y con muchisimo humor.