En varias secuencias la cámara es el único testigo y con diferentes planos los entrevistados nos van relatando que es ser judío y porque lo eligieron; muchos son los casos: Silvia se caso con un hombre de origen judío y tuvieron una hija judío cristiana; Uriel nació en Argentina, su familia se mudo a los Estados Unidos, estuvo casado, tiene 2 hijos y 7 nietos, siempre trabajó pero necesitaba algo mas, buscó por diferentes religiones hasta que conoció el judaísmo y le agradó; otro de los relatos es el de una joven que quiere cortar con sus raíces, ella debe hacerle entender a su padre porque eligió el judaísmo; y continúan de esta forma varios relatos.
Estos distintos personajes que vamos viendo residen en Argentina e Israel, el relato intenta aclarar una serie de interrogantes que van surgiendo de los amigos, de los familiares y de ellos mismo que decidieron adoptar esta religión y también como forma de vida.
A través de los distintos relatos se va reflexionando sobre las diferentes razones que llevan a estas personas al cambio y los obstáculos que encuentran en una religión cuya corriente ortodoxa prohíbe la conversión en nuestro país desde 1920.
Su relato quizás intente introducir una polémica, pero se vuelve reiterativa, le falta profundizar sobre el tema, muchos diálogos no son entendibles para aquellas personas que no tienen conocimientos sobre el tema, nos es muy didáctica, le falta ritmo, emoción y humor.