El rati horror show
Basada en una historia real, Justicia Final nos va a con tar la incansable lucha de Betty Anne Waters por demostrar la inocencia de su hermano, que fue condenado a cadena perpetua por un crimen que no cometió. Para lograr su cometido Betty Anne estudió leyes y se enfrentó de manera obsesiva contra viento y marea por sacar a Kenny Waters de prisión.
Justicia Final basa sus fundamentales fortalezas en el éxito que consigue en la traslación del sacrificio hecho por la protagonista en sus 18 años de pelea por la liberación de su inocente hermano. Tony Goldwyn, más conocido por interpretar al malo de Ghost, logra transmitir en la dirección del film el espinoso camino que tuvo que transitar Betty Anne, sin caer en golpes bajos ni exageraciones insoportables que pueden ocurrir dentro de los "films basados en historias reales".
Por medio de la utilización del flashback, Goldwyn se encargará de contarnos la difícil infancia y el compañerismo que tuvieron en su vida los hermanos, aunque hay que destacar que este noble recurso es usado en algunas oportunidades en exceso, generando algunas confusiones con el tiempo de narración del film y también cayendo en la insoportable necesidad de subrayar, reforzar y repetir las cuestiones mencionadas entre los hermanos que ya habían sido mostradas claramente en secuencias anteriores.
Los experimentados Hilary Swank y Sam Rockwell llevan adelante los papeles de los unidos hermanos con actuaciones incuestionables. Swank, que hace algunas semanas estuvo al frente del reparto de la horrible Invasión a la Privacidad, vuelve a nuestras carteleras con una interpretación a la altura de su nivel de talento. Rockwell tuvo en sus manos el papel más interesante de la obra por los distintos momentos que atraviesa a lo largo del metraje, y lo llevó adelante con total soltura convenciendo tanto en los momentos más duros, como en los que requieren una dosis de humor y carisma.