Anexo de crítica: Sin tratarse de una gran película, las virtudes de Justicia final son tres: el despojo de toda carga extra de sentimentalismo cuando ya de por sí la historia basada en hechos reales cuenta con aristas trágicas sin necesidad de subrayados; el equilibrio entre el desarrollo de los personajes y la condensación de un proceso judicial arduo; y por último, un notable elenco donde todos lo que participan se lucen, inclusive la protagonista Hilary Swank y el gran Sam Rockwell.