La vuelta del cine para toda la familia a las salas, y sin animación mediante, algo que hace tiempo no sucede, en una oferta plagada de super héroes y propuestas comerciales. Protagonizada por Lou Lambretch y Leo Lorleac’h, la película de David Moreau cuenta como una joven, que un día se encuentra con un pequeño león en su casa, a quien cuidará y defenderá contra viento y marea, intentará protegerlo y mientras lo hace, se transforma.
El largometraje de aventuras del francés David Moreau logra ser más efectivo en las escenas en las que se ciñe a un abordaje intimista de la historia. En este aspecto, se destaca la interpretación de la joven Lou Lambrecht como Inés, una preadolescente ermitaña que pasa sus días retraída del entorno como consecuencia del trauma que le generaron tres pérdidas: la muerte de su madre, el abandono de su padre, y la partida de una de las figuras más inspiradoras que tuvo en su niñez, su abuelo trotamundos. Por lo tanto, cuando un león cachorro escapa del aeropuerto de la comuna francesa de Orly donde estaba siendo traficado y llega a la casa de Inés, la vida de la joven da un vuelco y encuentra en ese animal un compañero para esas jornadas de tristeza e incomprensión. Al tratarse de un film concebido para toda la familia, King: regreso a casa no ahonda con profundidad en tópicos como el tráfico y el maltrato animal y, cuando lo hace, opta por configurar a los villanos con trazo grueso. En su segundo tramo, el realizador configura un road trip en el que Inés y su hermano Alex le hacen frente a los obstáculos para que King, tal como bautizaron al león, pueda llegar a África y permanecer en su entorno natural. Aunque se perciben algunos problemas para manejar los tiempos del relato (el largometraje es excesivamente largo), se trata de una obra noble, de gran calidez, en la que se alude a cómo la vida entera es un acto altruista de soltar aunque duela. Debido a esto, los momentos en los que Inés, King y Alex están en pantalla son los más sentidos de esta propuesta.
Sin ser demasiado pretenciosa solo trata de entretener apuntando al público más chico y ahí es donde mejor funciona, transformándose en una buena alternativa para una salida familiar al cine.
“King, regreso a casa” El director frances David Moreau, nos trae una bonita historia de amor y superación Ramiro Cruz Hace 2 mins 0 2 Una pelicula dirigida para los más pequeños de la casa, que nos demuestras que en momentos difíciles, siempre contaremos con la familia y amigos. La historia está centrada en Inés una niña de unos 12 años que se encuentra sumergida en un dolor muy grande como lo es la pérdida de su madre. Con una relación practicamente nula con su padre, quien nunca esta en casa y una muy tensa con su hermano Alex – propia de la edad – es que conocemos a nuestros protagonistas. Un día el pueblo frances en donde Alex e Ines viven, se ve sacudido ante la aparicion de un león cachorro que se escapó tras ser traficado desde Africa. Los hermanos encuentran a “King” y elaboran un plan para que regrese a su hábitat debiendo superar todo tipo de adversidades y contratiempos. El largometraje es muy entretenido, cuenta con todos los condimentos necesarios para que los chicos esten pendiente de esta adventura repleta de emociones, acción y un mensaje claro sobre la concientización y repudio al maltrato animal. El otro mensaje de esta película es el de “La unión hace a la fuerza” ante la necesidad de cumplir con su objetivo, Ines y Alex piden ayudan, ellos obviamente no pueden solos. El otro punto alto de “King, regreso a casa” son los escenrarios y la fotografía. A lo largo de su recorrido, nuestros protagonistas atraviesan diferentes paisajes y lugares, los cuales estan a la altura y sirven también como descanso logrando hacer llevadera la trama.
King: regreso a casa es una película francesa destinada en primer lugar al público infantil, sobre Inés, una niña interpretada por Lou Lambrecht, que encuentra un cachorro de león en su casa. Está escrita y dirigida por David Moreau, y completan el elenco Gérard Darmon, Léo Lorléac’h, Thibault de Montalembert y Clémentine Baert, entre otros. La historia resume en su secuencia de créditos iniciales animados el trayecto que hace este cachorro desde África hasta Francia. Para pasar luego a su encuentro con Inés, que en el segundo acto comienza su viaje para devolverlo a su hábitat natural, mientras es perseguida por las autoridades de la aduana que buscan capturarlo. En primer lugar es necesario destacar la influencia de Steven Spielberg, no solo por la similitud de su historia con la de E.T., sino porque la aparición de King es la excusa argumental para abordar la crisis familiar de sus protagonistas. Razón por la que se perdonan también las situaciones inverosímiles que hacen avanzar la historia, que privilegia el entretenimiento que provoca su aventura por sobre la verosimilitud del relato que no pertenece al género fantástico. Pero lo que hace funcionar esta película, además de la ternura que genera este cachorro de león, es el carisma de su protagonista, una joven víctima del bullying escolar con la que el público infantil puede identificarse rápidamente porque toma decisiones impulsivas acordes a su edad que la terminan convirtiendo en heroína. Así como también pueden divertirse con su abuelo Max (Darmon), que cumple la doble función de comic relief y cómplice involuntario. En conclusión, King: regreso a casa recupera de manera efectiva el espíritu de las clásicas películas de aventuras live action que producía Disney en la década del 70, protagonizadas por un joven Kurt Russell. Y donde los niños pueden sentirse identificados con la protagonista, para disfrutar además de un sano entretenimiento.
Un film que narra lo que le ocurre a un cachorro de león que por error llega a la casa de una chica especial, una preadolescente que transita un duelo, por evitar que el cachorro caiga en manos equivocadas. Aquí hay una inspiración en “E.T.” en esa unión de chicos huyendo en bicicletas con un ser que merece respeto y es incomprendido por el mundo adulto, aunque ellos tienen el soporte de un abuelo al que nadie lleva el apunte. La participación del animalito y sus travesuras, no se queda en el efecto para la comedia por el entretenimiento puro, sino que se mete directamente con el tráfico de animales, los riesgos de la extinción y la necesidad de devolver al cachorro a su hábitat natural, que es el objetivo de los chicos. El pequeño león protagonista, prácticamente todas las escenas son de una animación hiperrealista, y queda en claro que el peor enemigo de las especies en riesgo son los humanos.
Esta película francesa cuenta la historia de un cachorro de león que logra escapar de su captor quien lo estaba por vender en el mercado negro. Su aventura empieza en un aeropuerto para luego esconderse en la casa de dos hermanos pre-adolescentes, Inés y Alex, quienes deciden cuidarlo. La noticia de un león suelto en la ciudad llama la atención de los medios y las fuerzas policiales. Los hermanos idearán un plan para devolver al cachorro a su hábitat en África pidiendo ayuda a personajes interesantes que le dan condimento a la historia. La película busca ser emotiva pero con una historia muy endeble y poco creíble. Se mezclan temas como el bullying, la muerte de un familiar, niños un tanto rebeldes, las redes sociales, el mercado negro de animales salvajes, entre otros No llega a ser del todo entretenida para chicos ni para adultos, todo se queda a medio camino y con actuaciones meramente correctas.
Hubo un tiempo donde esta clase de películas era habitual: una aventura con chicos y para chicos, desde un punto de vista eminentemente infantil, que apelaba al realismo en la imagen y a la emoción en el relato. Parecía que se hacían con facilidad pero, ya ven, su escasez y casi excepcionalidad demuestran lo contrario. Aquí hay un cachorrito de león escapado de unos traficantes y hallado por una nena de doce años que decide llevarlo de regreso a África con la ayda de su hermano y de su abuelo, mientras medio mundo los persigue. Hay momentos en el que el animalito es digital y momentos en los que es real, pero lo más importante del asunto es que en ningún momento la ingenuidad aparece sobreactuada. La rareza consiste en que no es una película hecha por alguien que cree conocer a los chicos (aquí en realidad preadolescentes) sino realmente narrada desde ellos. Hay, en la relación con el excéntrico abuelo, una comunidad de intereses y formas: son parias en una sociedad en la que se han vuelto, como el león robado, invisibles. Pero esta metáfora, seamos claros, no se subraya tampoco de ningún modo en nigún momento: lo que la pantalla ofrece es una aventura, movimiento y emociones. Nos ofrece cine, nada menos.
Este filme franco – belga tiene una impronta netamente infantil, entendiendo este calificativo desde el relato a varias acepciones. 1) Dirigido a la plantea infantil 2) De la infancia o de los niños, o que tiene relación con ellos. 3) Que tiene características que se consideran propias de los niños, como ingenuidad, irresponsabilidad, inmadurez, simplismo, dependencia, falta de lógica y de reflexión. Punto uno, a que grupo etario infantil esta dirigido? A mayores de 6 años no les resultará creíble, pues no esta trabajado de manera correcta el verosímil. Menores a 4 años quedan fuera del registro por entendimiento y entre esas dos edades dudo que no se inclinen para uno u otro lado. En el punto 3 encontramos las definiciones que le caben al texto fílmico, en principio ausencia de lógica y reflexión, continuando por un grado de ingenuidad demasiado elevado, como para enumerar algunos. King, un cachorro de león traficado ilegalmente, escapa del aeropuerto en pleno tránsito y se refugia en la casa de Inès (Lou Lambrecht) y Alex (Leo Lorelach) de 12 y 15 años respectivamente. La característica principal de estos hermanos es que son huérfanos de madre, relación directa de identificación con el cachorro de leon. A Ines se le ocurre un loco plan: llevar a King de vuelta a África. Alex intentará auxiliarla. Para concretar el plan deciden ir en busca de ayuda con Max (Gerard Darmon) su abuelo materno al que solo han visto dos veces en su vida. Desfavorablemente para ellos, los agentes de aduanas están tras la pista del trio, en busca de recuperar al felino, esto mismo complicará su proyecto. Hace ya varios años se estreno un muy bella película, además de estar muy bien construida, con una idea similar, pero basada en hechos reales, “Volando a Casa” (1996) de Caroll Ballard, en el que una niña de 13 años, huérfana de madre se hace cargo de unos gansos salvajes, aves migratorias, también huérfanos y decide ayudarlos con la migración llegado el momento. En este caso no logra nunca que los espectadores queden seducidos por las imágenes y menos por el relato. En términos de estructura narrativa y/o detalles técnicos se puede decir que la producción es llamativamente clásica, de una corrección formal, tanto desde el montaje, dirección de arte, banda de sonido. Desde el guion, tanto literario como técnico, deberían haber recurrido a mayor cantidad de escenas humor físico, son pocas y de regular definición. Por alguna de estas razones considero que los niños se aburrirán, los adultos también. Calificación: Regular