El país más pobre de América
Documental sobrio, breve, mayormente conciso sobre Haití, específicamente sobre los campesinos del arroz. Sus formas tradicionales de siembra y cosecha, y sus múltiples problemas, como la introducción del arroz de inferior calidad proveniente de Miami a precios ínfimos, que dañan el trabajo local. Kombit también aporta, mediante entrevistas nunca demasiado extensas, datos sobre la historia de un país fuerte económicamente a mediados del siglo XIX y ahora convertido en el más pobre de las Américas. También suma opiniones negativas sobre las políticas estatales y el rol represivo de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (Minustah), además del mentado origen en las tropas nepalesas de la epidemia de cólera. Las imágenes de registro de la naturaleza, de las calles y de los pobladores y sus casas no caen en el pintoresquismo ni en la explotación de la pobreza, y logran certera contundencia cuando se ve un aula arquitectónicamente contrahecha y unos segundos después se nos informa que toda la educación es privada. Esa contundencia, que proviene del contrapunto entre lo que esperamos escuchar y lo efectivamente escuchado y su puesta en conflicto, se ve reducida porque el documental se queda con la homogeneidad en las declaraciones y en la interpretación de la realidad. No aparecen voces disonantes que puedan poner en duda o en relieve las palabras de los entrañables entrevistados. Probablemente, ante lo clamoroso de la realidad visible y pública sobre Haití, declaraciones en contrapunto habrían incluso fortalecido lo que manifiesta Kombit, que deja ver alguna clase de esperanza en la organización de los campesinos y sus formas solidarias de ayuda comunitaria, a las que hace referencia el término del título.