Un documental que aúna la pasión por la imagen y la investigación sobre la arquitectura. Las huellas de la Bauhaus, de la que celebran 100 años y los pasos del arquitecto Walter Gropius en nuestro país y fundamentalmente el paso de otros arquitectos e ingenieros que tuvieron una obra decisiva entre nosotros. Fernando Molnar se dedicó a esta investigación minuciosa que rebela como mercados populares, bancos, hospitales, una línea de subterráneos, la ciudad de La Plata y sus monumentales construcciones se hicieron por alemanes o influenciados por ellos. El resultado es un fascinante recorrido, pleno de imágenes seductoras, pensadas al detalle, que nos enseñan esos diseños, mazas, curvas, líneas puras, simetrías, conceptos clarísimos y detectables. Todo un descubrimiento para amateurs y goce para especialistas.
Walter Adolph Georg Gropius fue un reconocido arquitecto, urbanista y diseñador alemán. Hace 100 años fue, además, fundador de la Escuela de la Bauhaus, una de las corrientes racionalistas más famosas e influyentes del mundo. El centenario ya era una buena excusa para un documental, pero su aporte a la arquitectura de nuestro país es lo que animó a Molnar a filmar -aquí y allá, en Buenos Aires y en Berlín- Konstruktion Argentina. El recurso “ficcional” al que apeló Molnar es la figura de un joven arquitecto (James Wright y la voz en off de Ivo Marusczyk) que, cual detective, sigue las pistas de la relación de Gropius con la Argentina. Así, para desarrollar una investigación académica, nos lleva por mercados populares, bancos, hospitales como el Churruca, catedrales, silos, salas y hasta estaciones de subte o la mismísima sede central del ACA, todas ligadas directa o indirectamente a la Bauhaus. Con una buena investigación (se sabe que los materiales de archivo no abundan por estos lares) y un sencillo y efectivo acercamiento a los edificios en cuestión, Konstruktion Argentina nos recuerda dos cosas: que no solo la arquitectura italiana, española o francesa influyeron en el paisaje urbano porteño y que Buenos Aires sigue teniendo unas cuantas joyas que muchas veces ni siquiera miramos.
Una grata sorpresa es este documental de Fernando Molnar. Porque puede que al espectador no le interese en lo absoluto la arquitectura, o que no sepa pronunciar Bauhaus, pero este filme sobre cómo esa escuela de arte, arquitectura y diseño influyó en varios edificios nacionales atrapa ya desde el primer fotograma. La génesis de la película es el centenario, el año próximo, de la Bauhaus (Bau, construcción; haus, casa, en alemán). Molnar sigue en su trabajo los pasos de Walter Gropius, quien había fundado esa escuela y deseaba encontrar la unión entre “el uso y la estética”, y descubre cómo bancos, la catedral de La Plata y hasta una línea de subterráneos tienen, guardan aún hoy en día una impronta de la Bauhaus o de la arquitectura alemana. El relato es sumamente ameno y está muy bien llevado a partir de un joven arquitecto que habla con acento alemán, y que sería el encargado de llevarnos de una punta o a otra de la ciudad de Buenos Aires y hasta La Plata y más allá, como Mar del Plata. Así, muchos edificios construidos por Alejandro Bustillo (el hotel Provincial y el Casino de Mar del Plata; el Banco de la Nación, casa central, en Plaza de Mayo) tienen influencia alemana. Y es particularmente sorprendente cómo el edificio central del Automóvil Club Argentino tiene la fachada de un estilo completamente diferente a cómo es su parte trasera (los que lo han subido con el auto, lo sabrán). Hay muchas tomas desde lo alto que favorecen el entendimiento de lo que se plantea. Pero por sobre todo hay un lenguaje cinematográfico en estado latente. Nunca se encontrará en el documental algún plano o escena de más en este nuevo y sumamente valioso trabajo de Molnar, que había codirigido esa maravilla que fue Rerum Novarum y también Mundo Alas.
La Bauhaus y yo La Bauhaus y la relación que el arquitecto, urbanista y diseñador de origen germano Walter Gropius mantuvo con nuestro país son los pilares sobre los que se erige Konstruktion Argentina (2018), documental dirigido por Fernando Molnar. Un joven arquitecto alemán motivado por el centenario de la Bauhaus comienza a investigar la relación entre Gropius y la Argentina. De la misma manera que Los Corroboradores (2017) trazaba un paralelismo entre Paris -Buenos Aires, Konstruktion Argentina busca la influencia de la arquitectura alemana en nuestro país a través de un recorrido por una serie de construcciones de diferentes épocas que así lo prueban. A diferencia de Los Corroboradores, donde la idea del falso documental sobre una logia era la excusa para desarrollar el tema y profundizar en una historia entretenida, Konstruktion Argentina peca de ser un formato meramente pedagógico, donde la idea inicial se vuelve esquemática y reiterativa, convirtiéndose en una suerte de recorrido turístico por un puñado de edificaciones mientras una voz en off monocorde va relatando la historia de cada una. No mucho más que eso. Konstruktion Argentina termina siendo un documental de nicho, para amantes de la arquitectura, los movimientos estéticos o la historia, que no dista mucho del formato televisivo, partiendo de una idea atractiva pero que en su desarrollo no encuentra como escaparle a la monotonía y el lugar común.
“Konstruktion Argentina” es un documental realizado en Argentina, en el cual el director Fernando Molnar quiso ilustrar cómo una gran parte de los edificios que hoy vemos a lo largo de nuestro país tienen algún tipo de influencia de ingeniería o arquitectura alemana. La película está relatada por la vivencia un joven arquitecto alemán en primera persona, quien cuenta sobre el trabajo de Walter Gropius, gran diseñador y arquitecto de su misma nacionalidad, e investigó la relación que lo unía con Argentina. Gropius fue el fundador de Bauhaus, la primera escuela de diseño, arquitectura y artesanía de nuestro país. El protagonista nos muestra cómo ve estas obras maestras a través de sus ojos y, a su vez, nos cuenta qué siente. Con la duración aproximada de una hora, este documental no deja ningún cabo suelto, explica de principio a fin la historia de la arquitectura argentina, cómo cambió la forma de diseñar y construir gracias al punto de vista de los alemanes. Contiene partes de filmaciones antiguas, en blanco y negro, de cómo eran las construcciones y el edificio a la fecha de su inauguración; y a continuación un fragmento del mismo en la actualidad a color, para mostrar ese antes y después de cada obra. La cinta intenta expresar que la mayoría de estas construcciones que creemos originales y de orgullo nacional pasaron por el ojo crítico de un diseñador, arquitecto o ingeniero alemán. Con respecto a los aspectos técnicos, el film tiene excelentes tomas de los edificios más icónicos de nuestro país, como la Catedral de Buenos Aires. Pero si bien se le da mucha importancia a las cuestiones visuales, ya que el director supo mostrarlo de forma agradable y entretenida, el largometraje carece de sonido. Solo presenta una voz en off, debido a que es un documental explicativo e ilustrativo y no tiene relevancia tener música o una banda sonora que acompañe. En síntesis, “Konstruktion Argentina” es un documental que todo apasionado de la arquitectura o de la historia tiene que ver para poder apreciar las bellas tomas y conocer un poco más acerca de los edificios de nuestro país.
“KONSTRUKTION ARGENTINA” se plantea como la investigación de un joven arquitecto radicado en Buenos Aires, en donde explora y profundiza sobre la relación entre Walter Gropius (arquitecto, urbanista y diseñador alemán fundador de la Bauhaus) y su paso por la Argentina. Casi coincidentemente con el centenario de la Fundación de la Bauhaus que sucederá el próximo mes de Abril de 2019, “KONSTRUKTION ARGENTINA” es un documental que muestra en toda su plenitud a este movimiento controversial dentro del diseño moderno, con aires de vanguardia y con un notable espíritu de cambio que ha intentado instalar una concepción completamente diferente dentro del diseño, planteándolo de una forma rupturista e innovadora. Este lazo estrecho entre el movimiento alemán y la arquitectura en nuestro país se muestra en el film de Federico Molnar a través de un tour por Buenos Aires y por otras ciudades de nuestro país como Mar del Plata o la Ciudad de La Plata, trazando un paralelo permanente entre los edificios que se construyeron en nuestro país a fines de los años ’60 y aquellos en Alemania, que comparten un estilo y una concepción absolutamente particular e inconfundible. Entre tantas otras cosas, la Bauhaus planteó temas no sólo de diseño y arquitectura sino que como movimiento de izquierda, abordó también la fusión entre las ciencias y las artes y trazó nuevas concepciones de la vida social como por ejemplo: cambios pedagógicos en las escuelas y una mirada nueva a los talleres y productos provenientes de la artesanía. El director de los premiados documentales “Mundo Alas” y “Renum Novarum” y de “Showroom” dentro de sus trabajos de ficción, nos lleva de la mano por un interesante recorrido por notables y conocidos edificios de nuestra ciudad de forma tal de sentirnos extranjeros en nuestra propia ciudad y poder agudizar la observación y percibir ciertos detalles que nos sorprenderán contundentemente en la comparación con la construcción típicamente alemana. Es así como recorremos con un inusitado nivel de detalle, entre otros, el Edificio Comega, el Hospital Churruca o el famoso Mercado de la Armonía. Nos presenta además la Casa Central del Banco de la Nación Argentina sita a apenas unos pocos metros de Plaza de Mayo, en donde descubrimos, entre otras cosas de sumo interés, un trabajo de diseño vanguardista y una de las cúpulas más preciadas de América Latina. No solamente la Ciudad de Buenos Aires presenta una innumerable cantidad de edificios que están totalmente cooptados por este espíritu sino que una de las ciudades más “invadidas” por la Bauhaus ha sido la ciudad de La Plata en donde la mayoría de los edificios políticos, el Palacio de Justicia y hasta el Museo de Ciencias Naturales tienen claras e indudables influencias de este movimiento. Comparar el trazado de la ciudad de La Plata con la Isla de los Museos de Berlín o la sorprendente similitud de algunas estaciones del Subte A con el antiguo subte de Berlín, resultan sólo algunos de los ejemplos más interesantes de la enorme influencia que, hoy por hoy, sin una mirada aguda y entrenada, quizás pasen desapercibidos. Para quienes pasamos por la puerta del Edificio ACA de Avda. del Libertador, por ejemplo, sin darle la importancia que ese edificio tiene como un bastión de un diseño completamente innovador que la cámara incluso nos muestra desde arriba para mejor apreciación, que pasa desapercibido a nuestro ojo de porteño ocupado de otras cosas “más importantes”. “KONSTRUKTION ARGENTINA” invita entonces a esa observación minuciosa y detallada de todas estas obras arquitectónicas como quien observa en un museo, a mirar con otros ojos y con esa admiración que despierta una verdadera obra de arte. Finaliza el recorrido en la ciudad de Mar del Plata donde el Hotel Provincial, el Casino y la Rambla más conocida de la ciudad están inundados del aire Bauhaus, casi sin que nosotros lo sepamos. Este “tour de arquitectura” guiado por la voz en off del investigador, es fascinante, está impecablemente fotografiado e invita a sumergirse en un mundo de formas y colores, de fotos y postales, de esquinas y de edificios, tan cotidianos pero a la vez tan desconocidos. Pero el formato que elige Molnar para construir su documental peca de enciclopedismo y de esa veta didáctica que los nuevos documentales intentan dejar atrás, para que el espectador, en cambio pueda tomar un lugar más activo. En este caso, queda relegado a un rol de escuchar un relato que se asemeja a la audioguía de un buen museo, que se complica un poco más aún por la desafortunada elección de una voz en off marcadamente afectada que hace poco amigable la experiencia a pesar de lo sumamente interesante de la propuesta. Aun cuando el tema sorprende y atrapa en partes iguales, la estructura absolutamente televisiva hace que Molnar no logre un producto cinematográficamente valioso y “KONSTRUKTION ARGENTINA” pueda ser entendido finalmente como un documental de élite para un segmento de profesionales relacionados con la arquitectura más que para el público en una sala de cine.
A pesar de ser reiterativa y de tener el antecedente hace unos meses de “Los Buscadores”, esta propuesta funciona por su capacidad didáctica para adentrarnos en el universo de la arquitectura e influencias alemanas en Argentina. Si bien resulta más un ejercicio que una puesta cinematográfica formal, aún en sus falencias radica su originalidad.
El punto de partida de este documental es -o parece ser- un pequeño relato de ficción en el cual un joven arquitecto alemán debe escribir, a raíz del centenario de la fundación de la Escuela de la Bauhaus, un artículo sobre la influencia y los rastros de Walter Gropius en Argentina. Así entonces se lanza a buscar posibles huellas en diversas construcciones hasta llegar a la conclusión de que, más allá de las siempre citadas herencias francesa e italiana, existe también una marcada e imborrable influencia alemana en diversas edificaciones (un viejo y perdido silo, un mercado, una estación de subte, edificios, una imponente Catedral) de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. El formato escogido es bastante simple: se trata de un recorrido por obras y lugares (de nuestro país y de Alemania) con una voz en off que pedagógicamente describe y analiza lo que las imágenes van reflejando. No mucho más. Sin duda hay una elección estética que apunta a despojar a las imágenes y al relato de cualquier posible ornamento. Y podría decirse que es una decisión lógica, una elección que está en consonancia con el estilo de las obras retratadas y que por lo tanto hay allí un acierto. Sin embargo, el resultado general es más bien anodino, mecánico y reiterativo. Si bien descubrir, y sobre todo redescubrir, construcciones que de tanto tenerlas cerca dejaron de resultarnos –paradójicamente- visibles es algo de por sí atractivo, Konstruktion Argentina en muy pocos momentos logra transmitir un atractivo genuino, cimentado en virtudes o recursos propios que no dependan exclusivamente del interés externo que se pueda tener sobre la temática del documental. Uno de esos pocos momentos corresponde al recorrido por la ciudad de La Plata, donde una serie de planos generales invitan a mirar esa emblemática ciudad de una manera diferente. En este redescubrir lo mil veces visto es que el relato respira y se ensancha, aunque sea por unos instantes. Y poco más es lo que ofrece este documental. No hay plus alguno, sólo el tema elegido y un recorrido que lo ilustra. Algo así como una sucesión de logradas fotografías comentadas.
La Bauhaus y yo Escrita y dirigida por Fernando Molnar, la narración de Konstruktion Argentina a través del recorrido por la historia de la escuela arquitectónica Bauhaus, en lo que termina siendo un entretejido que implica revisar los inicios de la arquitectura moderna en la Argentina y sus fuertes influencias a través de la escuela mencionada en los diversos aspectos de la vida cotidiana (transporte por medio del subte, hospitales, edificios varios, la gran mayoría de ellos en la obra pública) es precisa e interesante en el modo de desarrollo planteado. En ello mucho tiene que ver la investigación realizada por Melina Abrutin y la asesoría general en los contenidos por parte de Fabio Grementieri. La guía en la voz en off y el material de archivo sirven como un muy adecuado acompañamiento narrativo, inclusive en el off que en ocasiones tiene un tinte cómico-crítico. La excelente y detallada descripción de las obras realizadas por ingenieros y arquitectos alemanes en base a los parámetros de la Bauhaus lleva al espectador a comprender y, a la vez admirar, los ejemplos de las construcciones, en un tono simple y sencillo. Acompaña con la explicación de la idea cultural, socio política, en la que se consideraba que el ciudadano estaba sometido al estado. El nexo entre la Alemania pre Nazi y el paradigma creado por el Tercer Reich, que es visible en mucha de la obra realizada en el país (la casa central del BCRA es un claro ejemplo de ello) pese a que muchos de los arquitectos alemanes en el país habían sido obligados a exiliarse por el Régimen. Es excelente el lineamiento descriptivo-narrativo que se elige desde la dirección, apta para explicar la historia de países de dos continentes muy distintos pero que al final terminan tocándose en un punto indefinido; contar también las miradas políticas de dichas naciones, las concepciones educativas al respecto de la cosmogonía en el mundo moderno (tal como se ve en la visita al Museo de Ciencias Naturales de La Plata) y el sentimiento de grandilocuencia que se expresaba en todo su explendor en la obra realizada. Konstruktion Argentina es una interesante mirada al inicio de la etapa moderna de la arquitectura en el país en las ciudades más importantes, esa ciudad que desconocemos a pesar de la cercanía, de la información disponible, de la posibilidad de tomar contacto en vivo con las construcciones que le han dado forma.
LA GERMANIDAD AL PALO Siempre se ha dicho que la Argentina se pobló y conformó gracias a las distintas oleadas inmigratorias y a la masacre que se perpetró a los pueblos originarios que moraban estas tierras antes de la llegada de la barbarie española. Italianos, españoles, alemanes, holandeses, entre las nacionalidades que más notoriedad tuvieron en los registros inmigratorios, llegaron y sentaron las bases de un estado identitario fragmentario y pluralista. De la incidencia que lo extranjero tuvo aquí en nuestro país trata Konstruktion Argentina, el nuevo documental de Fernando Molnar, quien se mete en un tema poco estudiado desde lo cinematográfico: la arquitectura de nuestras ciudades. Molnar no solo se mete con la arquitectura en sí misma, sino que en específico analiza la incidencia y la influencia que tuvo el movimiento alemán de la Bauhaus en las grandes construcciones de nuestro país, muchas de ellas emblemáticos monumentos de nuestras distintas locaciones. La escuela de Bauhaus, fundada en 1919 en Alemania, fue la primera escuela de diseño, y por tanto marcó un antes y un después en el devenir del urbanismo mundial, ya que Alemania siempre fue un gran pilar en marcar la tendencia artística en todo el globo. Esta escuela tenia premisas muy claras: unificar las artes bajo una nueva arquitectura, devolver el carácter artesanal a las actividades artísticas, construir la catedral del futuro, la obra de arte total, y disciplinar la enseñanza de la arquitectura. Más alemán de posguerra imposible. Recordemos que esta es la misma época del nacimiento del expresionismo alemán, movimiento que ha dejado una gran huella en la historia del arte y que a nivel cinematográfico nos ha brindado hitos cinéfilos como El Gabinete del Doctor Caligari (1919) o Nosferatu (1922). Zeitgeist se podría decir, el espíritu de aquella época era alemán, y hasta aquí llegó. El documental nos presenta mayoritariamente, con voz en off, una explicación y mostración de los edificios que han adoptado esta estética de la Bauhaus, como el Edificio Comega –ubicado en la Avenida Corrientes-, el primer rascacielos del mundo construido bajo sus principios; el Hospital Churruca; el Banco Nación; el frigorífico La Armonía en Santiago del Estero; o varios edificios públicos de la ciudad de La Plata. Al mismo tiempo, el film nos muestra, gracias a imágenes de archivo, las características de este tipo de arquitectura, sus orígenes en Alemania y su clausura tras la asunción del régimen del Tercer Reich. Completa la narración un joven arquitecto, quien en su estudio o recorriendo las calles argentinas, nos va evidenciando la influencia de esta escuela de diseño. La fotografía es de alta calidad, atrapando la mirada de los espectadores y confirmando la hipótesis de esta conurbana que escribe: la capital porteña (sobre todo) es para caminarla mirando para arriba, capturando la delicadeza de los detalles de los edificios. Konstruktion Argentina es un documental rico y necesario, para comprender de dónde venimos y cómo nos fuimos construyendo como agente artístico plurinacional, colectivo y emblemático.
Las huellas de la Bauhaus en Argentina. La escuela Bauhaus trajo, bajo su concepción, una mirada renovadora acerca de la fusión de diversas artes visuales que marcaría un legado notable a lo largo del siglo XX. Abrevando tanto lo didáctico como lo social, forjó un estilo admirado e imitado y -a la vez- soportó las desavenencias políticas de una etapa historia atravesada por dos guerras mundiales que afectaron al desarrollo mismo de esta corriente, a lo largo de distintos períodos. Con motivo del centenario de la renombrada Bauhaus y siguiendo los pasos de Walter Gropius -fundador de esa pionera escuela- Konstruction Argentina’ intenta ponderar de forma justa la herencia de la misma, cuyo rasgo principal se constituyó en potenciar el uso y la estética del arte según conformaban sus mandatos, dando singular impronta a la arquitectura alemana. Bajo esta tesitura, el documental se perfila como un tour academicista que invita a la observación, distinguible como una guía tan amigable como enciclopédica que bucea en los rastros de la notoria escuela presentes en nuestro país. Avalando dicha óptica, se constituye en un ejercicio de género no ficional que prefiere apostar a un relato pausado a medida que realiza un nutrido recorrido por obras emblemáticas que traen la impronta del destacado urbanista y diseñador alemán fundador, de quien intenta trazar una huella posible. Fernando Molnar, director de las sobresalientes Showroom y Mundo Alas, lleva a cabo la tarea pecando de cierto exceso pedagógico en su afán de atestiguar acerca del lugar en la historia que ocupó el movimiento estético. En este sentido, también puede criticársele el recurso de una voz en off que se repite, en tonos monocordes y falta de emotividad. Desde Buenos Aires, haciendo escala en La Plata y de allí hasta Mar del Plata, el realizador concibe una labor efectiva en dimensionar la belleza y contundencia de estas obras de la arquitectura autóctona, ofreciendo un panorama muestrario hacia la rica historia detrás de la construcción del hotel Provincial, el Casino de Mar del Plata, el Banco de la Nación y del Automóvil Club Argentino, entre otros edificios insignia. Es así como, de igual forma, recorremos con sorpresa construcciones como Edificio Comega, el Hospital Churruca o el Mercado de la Armonía, encontrando símiles comparaciones con edificios alemanes de emblemática tradición. Mediante un original tratamiento de la cámara, evidenciado en el uso de planos y encuadres que destacan la grandiosidad arquitectónica de las construcciones que retrata, Konstruction Argentina se valida como un atípico ejemplar en la cartelera cinematográfica, si bien su escasa duración lo asemeja más al formato televisivo. Destacando el atractivo visual y la seducción que despiertan curvas, líneas y simetrías para todo amante de la arquitectura, el reciente documental inclina la balanza a su favor gracias a lo peculiar de los paralelismos que describe entre nuestra arquitectura y la huella germana, reflejando los principios bajo la cual se esgrimió la concepción de la recordada escuela de construcción, en donde la forma sigue a la función.
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Konstruktion Argentina es un documental que nos descubre el legado alemán en la arquitectura argentina. Argentina fue un laboratorio de combinaciones culturales donde varios países dejaron una huella. Al cumplirse 100 años del nacimiento de la Escuela de la Bauhaus, inaugurada por el arquitecto alemán Walter Gropius, el realizador Fernando Molnar (Rerum Novarum y Mundo Atlas) se propone, mediante el artilugio de un arquitecto que investiga a la manera de un detective, seguir las huellas de la arquitectura e ingeniería alemana en Argentina. Los lugares que Gropius conoció y otros que, hipotéticamente, pudo haber admirado, aún sin certeza de que los haya visitado. En sus conferencias, Walter Gropius mencionaba a los silos de Molinos Río de la Plata, construidos en 1903, en Puerto Madero, como símbolo de la modernidad, futuristas, sin derroche de material. En 1998 fueron demolidos, pero en la arquitectura argentina se conservan otros rastros de la influencia alemana en nuestro país. Konstruktion Argentina los rastrea, con un carácter didáctico, belleza en las imágenes y un buen uso de cámaras aéreas. Contiene además, un interesante uso del sonido ambiente y prescinde totalmente de la música como elemento ornamental. Los encuadres y la duración de los planos son perfectos para contemplar la arquitectura sin distracciones. El documental está lleno de datos curiosos para amantes de la arquitectura y no tanto, sobre lugares y edificios por los que quizás pasemos frecuentemente sin tener mayores datos sobre ellos. Así, nos enteramos de la influencia germánica en la construcción del conjunto monumental de edificios públicos en la ciudad de La Plata: el Palacio de Justicia, el Palacio Municipal, la Catedral de estilo neogótico, el Museo de Ciencias Naturales, el Zoo y el Observatorio astronómico, todo un parque científico y cultural. A la manera de La isla de los Museos de la ciudad de Berlín. De Buenos Aires, puede citarse la estación Perú de la línea A, la primera estación de subtes de toda Latinoamérica, casi idéntica a una en Berlín, de cuya construcción formaron parte arquitectos alemanes y argentinos formados en Alemania. O el Edificio Comega, que fue el primer rascacielos del mundo construido bajo los principios de la Bauhaus. Además de la arquitectura racionalista que prevalece en el Hospital Churruca. Se menciona también al Banco Nación, del arquitecto Bustillo, que posee una de las cúpulas de hormigón armado más grandes del mundo. El elemento ideológico mencionado en este segmento hace referencia a la exageración de la escala, con la pretensión de que el ciudadano se sienta sometido al poder del estado. Bustillo es mencionado también por la elaboración de conjunto del Hotel Provincial y el Casino de Mar del Plata, de una escala monumental, a la manera de la arquitectura nazi, imperante en esa época. Hay otros lugares en el país en el que es clara la influencia de la escuela de la Bauhaus, como el Mercado y frigorífico La Armonía, en Santiago del Estero, construido por un estudio alemán, con una losa parabólica de hormigón armado de estilo futurista. Es curioso, además, el caso del edificio del Automóvil Club Argentino, compuesto por dos cuerpos muy distintos, uno con referencias a la arquitectura imperial del Tercer Reich, el contrafrente refiere a la influencia estética racionalista de la escuela de la Bauhaus. Todo un edificio repartido en ideología.
Cumbres germanas A cien años de la fundación de la Escuela Bauhaus, Konstruktion Argentina sigue las huellas de la influencia alemana en la arquitectura del país. Un trabajo interesante y original es el que emprendió Fernando Molnar con este documental. A punto de cumplirse cien años de la aparición de la Escuela Bauhaus, el realizador argentino persiguió las influencias de las ideas de Walter Gropius en nuestro país, así como su propio paso por Buenos Aires, pero el punto de partida lo llevó a establecer lazos entre arquitectos argentinos y alemanes previos a 1919, año de su fundación, y posteriores a 1934, año de su cierre debido a la persecución del nazismo. Además, formalmente, Konstruktion Argentina tiene un elemento ficcional, ya que su narrador es un estudiante de aspecto (y acento) alemán, que narra en off su derrotero por Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata e incluso Santiago del Estero. Según Molnar, Walter Gropius tomó al silo como modelo estético de la Bauhaus. Y el primer silo de construcción germánica en el país fue realizado en 1904 para la empresa Bunge & Born. Su construcción la llevó a cabo la empresa naval Deutsche Werke y el silo fue derrumbado en 1998 cuando comenzaron los planes de expansión de Puerto Madero. Pero es probable que Gropius haya visto al famoso silo en alguna de sus muchas visitas al país. Su relación con la Argentina duró varias décadas e incluso abrió oficinas en Florida, en la zona norte del conurbano, siguiendo los postulados minimalistas de la Bauhaus. Su estudio planeó la construcción de una ciudad balnearia y de viviendas populares en la costa del Río de la Plata, dos proyectos que no se llevaron a cabo. En 1968 conoció a Amancio Williams y se planificó la construcción del edificio de la embajada alemana. Gropius murió unos meses más tarde, a los 86 años. Pero la influencia de los ingenieros alemanes en la Argentina se remonta aún más atrás, al diseño de lo que se conoce como La Plata germánica de fines del siglo XIX. Un grupo de cuatro moles edilicias se erige dejando constancia de ese legado: la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires (Estudio Heine & Hagemann, 1882), el Palacio de Justicia (Adolf Buttner, 1883) y el Museo de Ciencias Naturales (Heynemann y Aborg), uno de los pocos en el mundo que conserva su museografía original intacta. El cuarto es el más simbólico. La Catedral de La Plata fue diseñada por Ernst Meyer, con un estilo neogótico que muestra su filiación germana. Casi todos los arquitectos alemanes eran originarios de Hannover, cuya estación terminal ferroviaria guarda un número de similitudes con las construcciones platenses. Finalmente, el propio trazado del plano de manzanas fue inspirado en la Isla de los Museos de Berlín. Antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial, las empresas alemanas habían apostado a la construcción de subterráneos en Buenos Aires y así la línea A (la primera línea de subtes en Latinoamérica) fue hecha teniendo en cuenta la reciente U-bahn berlinesa, por la firma Philipp Holzmann. Ya sin una participación directa, desde los años treinta Alemania continuó colaborando en la construcción de las líneas C, D y E, y sus ingenieros encontraron campo fértil para la experimentación de proyectos y cálculos del hormigón armado, que sería la base de la construcción de la Escuela Bauhaus y de la arquitectura nazi. El edificio Comega, inaugurado en 1936 en el centro de la ciudad, fue el primer rascacielos en el mundo construido bajo los preceptos de la Bauhaus. “Pureza geométrica, sin ningún tipo de ornamento”, lo caracteriza la voz en off, para luego aclarar que tras su visita al Comega “Gropius descubrió la participación alemana en Buenos Aires”. El Hospital Churruca es otro ejemplo del racionalismo en el país. Esta construcción estuvo asistida por uno de los pilares de ese movimiento, Willy Ludewig, constructor de viviendas populares antes del nazismo. Más tarde Ludewig trabajaría en la construcción de la Casa Central del Automóvil Club Argentino, un edificio en el que se reparten las ideologías de los años cuarenta: el frente remite a la arquitectura nazi, y el contrafrente a la Bauhaus. El más curioso de los edificios que muestra una influencia germana es el Mercado La Armonía, inaugurado en 1936, del húngaro Gyorgy Kalnay. Su techo tiene una forma parabólica y futurista, y se encuentra en la capital de Santiago del Estero. En los años cuarenta, durante la Segunda Guerra Mundial, arquitectos argentinos y alemanes colaboraron en la construcción de grandes edificios públicos, como la Casa Central del Banco Nación, de Alejandro Bustillo y el ingeniero Edwin Springer. La majestuosa mole del Nación, que integra mármoles y metales en su estructura, cuenta con una de las cúpulas de hormigón armado más grandes del mundo, y su monumentalidad refiere a la arquitectura nazi imperante por entonces en Alemania (Bustillo continuaría su espectacular estilo con otras dos imponentes obras, el Hotel Provincial y el Casino de Mar del Plata). En todos los casos, Molnar muestra imágenes de archivo, publicida de época, y recorre las construcciones Bauhaus, nazis y racionalistas que continúan en pie en Alemania, como elemento comparativo. Konstruktion Argentina es, en suma, un documental sumamente didáctico y al mismo tiempo entretenido, por el modo en que se llevó a cabo.