Un triunfo del cine fantástico argentino
Antes que nada, "Kryptonita" es todo un triunfo del cine fantástico argentino, que además, deja claro que no por hacer cine de género el director Nicanor Loreti deja de ser un auténtico autor: igual que la excelente "Diablo" el film que realizó antes de la comedia "Socios por accidente" y su secuela- esta película tiene el sello del director en todos los detalles.
Basada en la novela de Leonardo Oyola, "Kryptonita" surge de la idea de replicar en el Gran Buenos Aires, más precisamente La Matanza, la "Liga de la Justicia" que unía a algunos de los superhéroes más famosos del comic (empezando por Superman, Batman, y la Mujer Maravilla). Los personajes son fácilmente reconocibles, aunque obviamente tienen otros apodos Nafta Super sería Superman, Ráfaga sería Flash, Faisán vendría a ser Linterna Verde,etc- y en realidad son una pandilla de delincuentes típicamente suburbanos, con lenguaje y actitudes bien de rioba y de la cultura de la cumbia villera.
El chiste se agotaría por sí solo una vez presentados los personajes, pero el guión está muy bien armado para generar tensión e ir descubriendo la misión apropiadamente superheroica de los protagonistas y sus enemigos. Muy al estilo de "Asalto al Precinto 13" de John Carpenter -que a su vez estaba inspirada en "Río Bravo" de Howard Hawks- la historia transcurre durante una noche terrible en un hospital, donde un agotadísimo médico de guardia es presionado por estos superamigos para que salve a su líder, Nafta Super, herido gravemente con algo que obviamente tiene que ver con el mineral extraterrestre al que se refiere el titulo. Cuando el hospital es rodeado por la policía, esta liga bonaerenses queda sitiada, esperando un amanecer en el que podría decidirse el futuro del mundo.
Con ritmo vertiginoso, una buena dosis de acción e imágenes formidables, los casi 90 minutos de proyección pasan volando, y el delirio lunático del director realmente logra contagiar a los actores, que se lucen como nunca en sus personajes , empezando por el Batman encarnado por Pablo Rago y la Mujer Maravilla travesti interpretada por Lautaro Delgado. Y el que brilla es el negociador de la policía, totalmente desquiciado al mejor estilo de El Guasón que hace Capusotto, que lamentablemente aparece menos de lo que uno querría. Todo no se puede, pero de todos modos estamos ante una película de culto, excelentemente filmada y actuada, que tiene todo para funcionar muy bien con el público masivo.