El cine argentino no quiere quedarse atrás en la época dorada de los superhéroes en el cine, por lo que presenta su primera película basada en el universo de lo imposible y lo subnormal. ¿Qué pasaría si el hijo de Krypton aterriza en el conurbano bonaerense en lugar de Smallville? Nace Kryptonita, la adaptación cinematográfica de la obra literaria de Leo Oyola.
Leornardo Oyola, reconocido escritor argentino, tuvo la brillante idea de aprovechar lo que es conocido como “elseworlds“: el sello autorizado de DC Comics para realizar historias con sus personajes más conocidos de la editorial, pero lejos de la continuidad y ubicados en tiempos y lugares diferentes de sus habituales hogares. Superman es de Metropolis, Batman de Gotham y Flash de Central City. Pero su historia, Kryptonita, cuenta el relato de una noche en el que varios de estos héroes son protagonistas pero en el conurbano bonaerense.
Nicanor Loreti (Diablo, 2011) es el director que se encargó de la adaptación cinematográfica de la obra de Oyola. No solo sorprende por la calidad de su filmación, la paleta de colores utilizda y su fotografía, sino que también supo armar un excelente elenco de actores argentinos, quienes encarnaron a sus personajes con total responsabilidad. Pero no esperen una historia parecida a las de las grandes industrias del entretenimiento estadounidense: Kryptonita es un producto nacional hecho con mucha calidad que busca respetar la esencia de la novela homónima.
La trama explota en un hospital público de Isidro Casanova, localidad de La Matanza, donde en una noche complicada, el doctor González (Diego Velázquez) recibe a la banda del Nafta Súper (Juan Palomino), el Hombre de Acero argentino. A diferencia de la clásica Liga de la Justicia de América, este grupo está integrado por delincuentes criados en la misma ciudad, que se dedican a realizar todo tipo de golpes y actos criminales, en lugar de salvar vidas y luchar contra “los malos”. En el medio de peleas por territorios, Nafta Súper cae, y llega a las manos de González y la enfermera Nilda (Susana Varela), para transformar la velada en una que ninguno podrá olvidar.
Quién hubiera imaginado que la banda más jodida de la ciudad llegaría a instalarse y atrincherarse en el hospital, durante una noche que no podría empeorar. A medida que avanza la trama, los personajes pertenecientes a la banda de Nafta Súper aparecen en el establecimiento con un solo objetivo: mantener a su amigo con vida hasta que salga el sol. Pero los planes se complican cuando la policía de la ciudad, encabezada por Ranni (Sebastián de Caro), una especie de comisionado James Gordon, se dirige hacía el hospital donde se encuentra la banda de delincuentes más buscada de La Matanza, en una oportunidad única de atraparlos.
En un contexto oscuro, impuro, sucio y fantasioso a la vez, se presenta Corona, interpretado por Diego Capusotto: la versión argentina del Joker. A simple vista, el papel le queda perfecto al comediante, quien supo aprovechar todas las características irónicas y retorcidas que el personaje exige. Pablo Rago interpreta a El Federico, el hombre que toma el lugar de la figura oscura y solitaria de Batman. Los fanáticos de los cómics podrán entender y apreciar los guiños hacia la historia original y la mitología de ambos personajes. El Joker y el Batman nacionales, algo único.
Uno de los mejores aspectos de Kryptonita es que no busca centrarse en un solo personaje principal, si bien la historia gira en torno a la figura de Nafta Súper. Loreti supo aprovechar la calidad de todos sus actores: Diego Cremonesi como el Ráfaga, el Flash vernáculo, está más que bien, mientras que Nicolás Vázquez como el Faisán, y Sofía Palomino en el papel de Cuñataí Güira (o Hawkgirl) resultan también muy agradables; pero el que califica con una nota superior es Lautaro Delgado en su papel de Lady Di, “La Amazona del Conurbano”, una brillante versión de Wonder Woman: un travesti que recuerda mucho al personaje que Jared Leto logró apropiarse en Dallas Buyers Club (2013).
Kryptonita quizás logre un antes y un después en el cine argentino. Su fotografía única, con un aspecto muy similar al de películas comiqueras como Watchmen (2009) de Zack Snyder o Sin City (2005) de Robert Rodríguez, y las buenas secuencias de acción demuestran que la industria nacional puede apostar a un estilo de cine más arriesgado. Loreti aprovechó cada segundo requerido en la película para darle un toque especial y único.
Divertida, interesante y muy renovadora. A pesar de ser una de las películas más esperadas por el ambiente geek de argentina, Kryptonita resulta ser, también, una buena opción para el que no es un gran conocedor del mundo de los cómics. Al fin y al cabo, la historia involucra personajes que esconden muchos secretos y arrastran una historia más que interesante que merece ser contada y vista.