Nacho (Ignacio Quesada), un joven de unos 18 años, arriba de sorpresa a la estancia de su padre Marcos (Marcelo Subiotto), de quien se encuentra distanciado, con la idea de pasar un tiempo allí. Sin embargo, no es el mejor momento para visitas: en vísperas de un remate, un serie de vacas han aparecido muertas sin que nadie pueda explicar la causa, lo que tiene preocupado a Marcos.