Damián de Santo regresa a la actuación en esta simpática comedia que con una historia muy pequeña, personajes estereotipados bien actuados y un registro que transita por el grotesco con ritmo televisivo, cumple su objetivo de entretener sin otro tipo de pretensión.
Damián de Santo encarna a un hombre común que atraviesa un difícil momento en su vida, todo le sale mal, su mujer lo deja, deudas y problemas en su trabajo lo llevan casi al suicidio cuando una revelación divina le anticipa los 6 números ganadores de un sorteo.
Juega sus últimos pesos a lotería y gana pero lo asaltan llevándole LA BOLETA que terminara en manos mafiosas.
Considerada su única salvación, intentara recuperar la boleta sin medir las consecuencias, generando unas serie de situaciones grotescas, incluso inverosímiles, pero manteniendo el ritmo.
El uso del lenguaje vulgar característico y la gracia de tres actores (Claudio Rissi, Roly Serrano y Marcelo Mazzarello), encarnando personajes estereotipados a los que ya nos tienen acostumbrados tanto en el cine como en la pantalla de TV, denotan la influencia de Pol-ka en los orígenes de su director, que parece haber aprendido la receta para un entretenido y breve pasatiempo.