El pueblo se volvió loco
En la tranquila localidad de Ogden Marsh, en la zona agrícola de EE.UU., un día rutinario y tranquilo se convierte en pesadilla cuando el sheriff local, David Dutton (Timothy Olyphant) mata en defensa propia a un vecino y granjero extrañamente perturbado. Esta muerte es el primer paso de una reacción en cadena: pronto aparecen nuevos casos de pobladores mentalmente afectados y en cuestión de horas, Ogden Marsh se encuentra rodeado por un cordón sanitario gubernamental, su población separada en "contaminados" y "no contaminados".
Sospechando que se lleva adelante algo más que un plan de contención, el sheriff decide abandonar el poblado, no sin antes rescatar a su esposa embarazada, Judy (Radha Mitchell), que para más detalles es la médica del pueblo. Junto a su alguacil Rusell (Joe Anderson) buscan la forma de salir de ese lugar de pesadilla, donde los contagiados comienzan a tomar el control y amenazan expandir la infección a otros condados.
Con producción de George Romero, y basada bastante libremente en una de sus películas anteriores, esta cinta propone un thriller bastante soso donde los zombies (en una de sus múltiples formas: la de infectados de rabia, mucho mejor planteada desde que Danny Boyle filmó "Exterminio") son gente enferma que enloquece y mata sin motivo, poseída por una suerte de demencia que los brutaliza sin que lleguen a perder un cierto estado consciente.
Sacando los clásicos golpes de efecto y la rapidez con que se producen los distintos eventos que llevan a la debacle, "La epidemia" es un filme con más altos que bajos, que retiene escasamente el interés del espectador y, sin llegar a ser malo, resulta flojo y predecible en su propuesta.