Una película trash e inexplicable
En los últimos veinte años, Ernesto Aguilar ha dirigido una notable cantidad de largometrajes siempre de muy bajo presupuesto. Habitué del Festival Buenos Aires Rojo Sangre, estrena ahora esta película por momentos insólita, de factura casera y argumento muy elemental, protagonizada por el dueño de una quinta y una vecina cultora de la magia negra que asesina a su marido, transformado súbitamente en zombi inducido a robar a los vecinos del lugar.
Aun asumiendo su espíritu trash, es difícil seguir la historia, sobre todo por lo exótico del registro de las actuaciones, propio de un bizarro acto de fin de curso escolar.